Isaac Puente suele ser mencionado en casi todas las historias que tratan del anarquismo y de la guerra civil : Se le considera como a uno de los autores anarquistas más influyentes durante los años de la Segunda República a causa de su conocido folleto “El comunismo libertario”, que inspiró la resolución final del congreso de Zaragoza de la CNT en mayo de 1936. En algunos casos se señala que Puente era de Vitoria, su condición de doctor o médico, su participación en Zaragoza en tanto que miembro del comité revolucionario de la CNT en la insurrección de diciembre de 1933 y su fusilamiento en los primeros días del alzamiento militar(1).
Poco más o menos ésta es la información que puede obtenerse en los libros. Tratándose del hombre que Gómez Casas en su “Historia de la FAI” califica de teórico por antonomasia del comunismo libertario, estos datos se nos antojan muy pocos. Pero por extraña que parezca una tal concisión, y a pesar de los avances historiográficos de los últimos años, aún son insuficientemente conocidas las biografías de figuras relevantes. Isaac Puente tiene, además de la dimensión del intelectual del anarquismo español, la más humilde, pero no menos importante, de médico y militante en tierras alavesas. De aquí el interés que, creemos, encierran estas líneas para la historia del anarquismo en el País Vasco.
Isaac Puente (1896 – 1936). Datos biográficos
Isaac Puente Amestoy nació el 3 de junio de 1896 en Las Carreras (municipio de Abanto y Ciérvana), en el seno de una familia carlista. El padre Lucas Puente García, montañés, nativo de Bustasur, pueblo próximo a Reinosa, fue oficial en el Ejército de don Carlos y hubo de pasar la frontera en 1876 como consecuencia de la derrota ; la madre, Josefa Amestoy Hermoso de Mendoza, era natural de Lanciego (Rioja Alavesa). En 1911 los Puente se afincaron en Vitoria, donde primero Lucas, el padre, y luego el hijo mayor, Federico, ejercieron de farmacéuticos.
Isaac Puente cursó en el colegio de los Jesuitas de Orduña los cuatro primeros años del bachillerato como alumno externo, hospedándose en casa de su padrino, el notario Isaac Uriarte. Los dos últimos años de bachiller los hizo en el Instituto de Vitoria. En 1913 – 1914 preparó primero de Medicina en Santiago de Compostela ; los cursos siguientes en Valladolid, donde acabó la carrera en 1918. Llamado al servicio militar, fue licenciado anticipadamente. Comenzó a ejercer de médico en Cirueña (Logroño), pero, al poco tiempo, en enero de 1919, obtuvo la plaza de médico titular del partido de Maestu, en Alava. Desde 1919 hasta su muerte, en 1936, ejercerá de médico rural en Maestu y los veinte pueblos de su comarca. El 12 de mayo de 1919 Isaac Puente casó con Luisa García de Andoin ; del matrimonio nacieron dos hijas, Emeria y Araceli.
Tras esta enumeración de datos biográficos convencionales nos ocuparemos de la actividad militante y política de Puente.
El anarquismo en Vitoria
Vitoria, la levítica ciudad de “El cura de Monleón” de Pío Baroja, no parece ser medio propicio al desarrollo del ideal anarquista. No obstante, a pesar del tópico que hacia de la capital de Alava una ciudad clerical y militar, puede detectarse en su pasado la presencia del anarquismo. En “El proletariado militante”, Anselmo Lorenzo cuenta que en 1870, poco antes de la proclamación de la Primera República, residió dos meses en Vitoria, en casa de Manuel Cano, y que durante su estancia, con un grupo de obreros a los que explicó los fines revolucionarios de la Internacional, creó una Sección Varia. Cuatro decenios después, entre las sociedades adheridas al constituirse la CNT en el congreso del Palacio de Bellas Artes de octubre de 1910, figura un “sindicato de pintores y decoradores” de Vitoria. En estos primeros años de la CNT son típicas las confrontaciones entre oradores socialistas y anarquistas. Por Vitoria, con ocasión de estas controversias, pasaron entre otros : Ovejero y el Noi del Sucre, de Francisco y Tomás Herreros.
El 1º de marzo de 1920, depositado el reglamento en el Gobierno Civil, el Sindicato Unico de Vitoria abre sus puertas en la calle Zapatería nº 47. A la reunión constitutiva asistieron Juan Aranguren, secretario, Alfredo Donnay, Juan Murga, Daniel Orille, Vera y otros. Entre 1920 y 1923, artesanos (carpinteros, ebanistas) y obreros (de la Metalúrgica Ajuria, de la Azucarera, en esta última trabajó Francisco Ascaso) empiezan a nutrir los afiliados del Sindicato Unico en detrimento de la UGT y de la Casa Social Católica. Manuel Buenacasa, en “El movimiento obrero español.1886 – 1926”, da la cifra de 2000 sindicados. Es en este contexto de auge de la CNT cuando los anarco – sindicalistas vitorianos entablan contacto con Isaac Puente.
Probablemente el interés de Puente por el anarquismo nace del encuentro con Alfredo Donnay y Daniel Orille. Alfredo Donnay era militante conocido por su afición a la poesía, siendo muy celebrada en “Solidaridad Obrera” de Bilbao su rúbrica “Lacras Sociales”. De enero de 1921 a febrero de 1922 trabajó en la fábrica de muebles de Sixto Arrieta en Vírgala Mayor, pueblo vecino a Maestu. La mujer de Donnay, aquejada de artritis, fue atendida por Puente y esta circunstancia facilitó el trato entre poeta y médico. En cuanto a Daniel Orille, joven obrero metalúrgico, reproduciremos su testimonio :
“Conocí a Puente durante la construcción del ferrocarril Vitoria – Estella. Era un domingo ; junto con otro compañero nos dirigimos a pie desde Vitoria a Maestu para organizar a los obreros de la línea y cobrar las cotizaciones de los ya organizados. En el camino encontramos un cazador al que preguntamos por el pueblo ; dijo que iba en la misma dirección y nos acompañó….Poco después vimos a Puente que nos condujo a una taberna donde se reunían los obreros de la línea ; después de ponerles los sellos a los carnets y llevar algo de propaganda, Puente nos invitó a su domicilio, y allí expusimos que éramos de la CNT y que teníamos un Sindicato Unico en Vitoria. Su despedida fue diciéndonos : “El miércoles iré a visitaros”. Y así fue ; aquel miércoles se presentó en el local de la calle Zapatería sembrando el terror pues, a causa del sombrero, le creyeron un policía…”(2).
La construcción del ferrocarril Vitoria – Estella se inicia en agosto de 1920 ; Daniel Orille debió efectuar su excursión de propaganda a Maestu en el otoño de 1921 o de 1922. En 1923 Isaac Puente escribe ya en revistas anarquistas ; por consiguiente, cabe suponer dio los primeros pasos en el anarquismo, estimulado por el encuentro con los cenetistas de Vitoria, dos años antes de implantarse la Dictadura de Primo de Rivera. Con anterioridad a 1921 – 1922 no parece que Puente hubiera militado en otras organizaciones, aunque no fuera insensible a la problemática social. Luisa García de Andoin, la viuda de Puente, recuerda que su marido, estudiante en Valladolid, fue admirador de Oscar Pérez Solís, socialista por entonces, a quien debió oír en algún mitin.
Isaac Puente, médico : Neomalthusianismo, Eugenia y Naturismo
Isaac Puente, médico anarquista, no es un caso único. Viñas, el amigo de Kropotkin, Pedro Vallina, el discípulo de Salvochea que protagonizó un atentado contra Alfonso XIII en París, el doctor Queralto, el naturista José Martínez fueron médicos anarquistas. En cierta medida Puente no hace más que continuar la tradición anterior en pro de la divulgación científica, a la par que profundiza en la reflexión sobre la medicina y el papel social del médico con publicaciones, conferencias y hasta con un programa que elaboró en junio de 1931. Si tenemos en cuenta que, durante la guerra civil, tanto en Cataluña como en el Gobierno central la cartera de Sanidad, Ministerio inexistente hasta entonces, estuvo regentada por anarquistas, puede revestir interés el estudiar las ideas y la acción del médico de Maestu.
Si bien en el ejercicio profesional Puente se limitó a su actividad de médico rural y a la consulta de obreros de la Metalúrgica Ajuria, sus publicaciones y tomas de posición le dieron pronto alguna notoriedad. Los artículos de tipo médico no destinados al público aparecieron en “La Medicina Ibera”, “La Medicina Argentina”, “La Revista de Medicina de Alava” y “Alava Médico – Farmacéutica”. Pero Puente se hizo conocer, sobre todo, con las colaboraciones en “Generación Consciente” y “Estudios”, en cuyas páginas desde 1923 publicaba sendos artículos, uno firmado con su nombre y el otro con el seudónimo “un médico rural”.
“Generación Consciente” era una revista anarquista de inspiración neomalthusiana y eugenista. El neomalthusianismo, doctrina extendida en los medios libertarios, tuvo su más caracterizado representante en el francés Paul Robin, fundador de la Liga de la Regeneración Humana. El punto de partida es la famosa ley de Malthus, según la cual la población crece en progresión geométrica mientras que las subsistencias sólo lo hacen en progresión aritmética, pero para Robin la solución al problema no estriba en la castidad, sino en el control de la natalidad.
Doctrina complementaria del neomalhusianismo es el eugenismo, cuya paternidad se debe a Galton, médico inglés que estudió la herencia biológica en el hombre y que propugnó la selección consciente a fin de combatir la miseria fisiológica. Durante los años de la Dictadura y de la República el eugenismo alcanzó extraordinaria difusión. Médicos famosos como Gregorio Marañón, César Juarros, Nicolás Amador y Luis Huerta defendían el eugenismo. En los medios feministas la eugenista de más renombre fue Hildegart ; también merece ser citada la maestra Antonia Maymón, colaboradora de “Generación Consciente” y una de las fundadoras de la FAI. “Generación Consciente” y “Estudios” son buen exponente del ideal eugénico de culto a la salud y a la belleza, de preocupación por la sanidad y la higiene, de denuncia constante por medio de poemas, obras de teatro, folletos, etc., del alcohol y del binomio prostitución – sífilis, principales causas de degeneración.
El tema sexual es otro de los aspectos que conviene subrayar a propósito de “Generación Consciente” y “Estudios”. En efecto, cualquier lector de estas revistas podía leer los anuncios para consulta gratuita sobre cuestiones sexuales. Este consultorio sexológico, la mayor parte de las veces, se efectuaba por correspondencia dirigida al doctor Puente a Maestu o a Vírgala Mayor, los pueblos donde residió. Félix Martí Ibáñez (1913 – 1974), más joven que Isaac Puente, tomó el relevo en las páginas de “Estudios” con su Consultorio Psíquico – Sexual en enero de 1936. La obra de Martí Ibáñez nos es conocida hoy gracias a la antología de Ignacio Vidal en la colección Acracia de Tusquets Editor. Sin embargo, la labor pionera de Puente permanece en la sombra. Y esto a pesar de que tanto Ignacio Vidal en la selección del Consultorio Psíquico – Sexual como Mary Nash en la del grupo “Mujeres Libres” (Tusquets Editor 1975), al referirse al problema de la mujer durante la Segunda República, colocan en la vanguardia el programa de la revista “Estudios” que firmaba “un médico rural”. Tal vez no esté de más el reproducir dicho programa :
“… Educación sexual ; abolición de la prostitución ; lucha antivenérea ; difundir los medios de prevenir las enfermedades venéreas ; matrimonio en compañía ; divorcio ; libertad sexual de la mujer ; control de natalidad ; desintoxicación religiosa del sexo.” (“Estudios”, junio de 1931).
Este programa, que incluso hoy día puede parecer utópico, fue suscrito parcial o totalmente por buena parte de los intelectuales progresistas del periodo republicano. Así, con anterioridad a 1931, “Generación Consciente”, que si bien era anarquista se autotitulaba ecléctica, insertaba las conferencias de Marañon sobre educación sexual, artículos de Margarita Nelken sobre maternología y puericultura o las intervenciones a favor del aborto del penalista Luis Jiménez de Asúa (por ejemplo, la ponencia que presentó en el III Congreso Panamericano de Ciencias celebrado en Lima en 1925). El decreto de diciembre de 1936 por el que se legalizaba el aborto en Cataluña no fue un mero accidente revolucionario, puesto que años antes hubo médicos y juristas que abogaron por su implantación.
De los folletos de Isaac Puente relacionados con el tema sexual, mencionaremos “Divulgación de la Embriología” (1925), “Ventajas e inconvenientes de los procedimientos anticoncepcionales” (1933) y “Cómo curar la impotencia sexual”, que redactó en 1934 en el penal de Burgos.
En lo relativo al naturismo, Puente mantuvo posiciones moderadas. Criticó los extremismos (el rigor vegetariano en la alimentación, el negar la eficacia de los medicamentos y el charlatanismo mercantilista de algunos médicos) e insistió, por el contrario, en el aspecto subversivo del naturismo que tiende a hacer innecesario el médico poniendo a todos en posesión de los conocimientos precisos a la curación. La abundancia de referencias a congresos naturistas, debates sobre la trofología, las incompatibilidades alimenticias, etc., en la prensa anarquista de los años 20 testimonia de la importancia del naturismo. La parte gráfica de estas publicaciones la ocupan reproducciones de estatuas y pinturas de desnudos masculinos o femeninos. El fenómeno nudista dista de ser tan sólo una tendencia intelectual y estrafalaria del anarquismo. En “Iniciales”, revista de Barcelona, pueden admirarse ingenuas fotografías de tal o cual agrupación de las Juventudes Libertarias que posa en cueros o grupos de presos sociales que aprovechan el forzoso encierro para tomar el sol en traje de Adán.
Finalmente puede reseñarse la contribución médica de Puente a los “Cuadernos de Cultura”, ambiciosa empresa de divulgación que lanzó en 1930 Luis Marín Civera.