Rafael Maestre. CGT Valencia
Extraído de la web confederal www.cgt.org.es
Dos hermosos textos reivindicativos de la presencia notable de republicanos en la Resistencia, ya que la historia oficial francesa minimiza la participación de extranjeros y niega el relevante papel que desempeñaron los exiliados españoles en la liberación de Francia. No hay que olvidar que la 3ª compañía del 3º Batallón de Marcha de la 2ª división blindada del general Leclerc, mandada por el capitán Raymond Dronn, estaba formada mayoritariamente por españoles, tanto es así que era conocida por “la Nueve”. Los primeros vehículos blindados que entraron en la capital francesa y que liberaron París, llevaban los nombres de Madrid, Guernica, Teruel, Guadalajara, Brunete o Don Quijote.
Pero el acto más emotivo fue la ofrenda realizada en el monumento a los republicanos muertos en el Campo de Mauthausen y caídos por la libertad, del cementerio de Père Lachaise, que contó con la presencia de Ramiro Santiesteban, antiguo deportado y último presidente de la Federación Española de Deportados e Internados Políticos (FEDIP). Hubo parlamentos, canciones y un ambiente fraterno, lástima que una fuerte nevada desluciera el acto. También se inauguró una placa conmemorativa, en la fachada del local de la CNT-F, como homenaje a los militantes de la CNT de España en el exilio.
En el Homenaje nos encontramos con viejos conocidos : Antonio Martín, del grupo pro-revisión del caso Granado y Delgado, Frank Mintz, Rosina, Marie-Claude Rafaneau, Odete Martínez, Geneviève Dreyfus-Armand, Gerard Malgat, … Y allí tuvimos un entrañable encuentro con los compañeros Vicente García y Jacinto Pradas, que acudieron en nombre de la Agrupación Confederal de París, afiliados a la CGT de España, en la Confederación para la emigración. José García no pudo acudir por motivos de salud, pero pudimos mantener una larga conversación telefónica. Y un apunte, estos compañeros formaron parte de la asociación cultural Centro de Estudios Sociales y Económicos de París (CESE), la cobertura legal que utilizó el Movimiento Libertario para poder seguir actuando en Francia, cuando en los años 60, las autoridades francesas cediendo a presiones franquistas prohibieron la CNT del exilio.
El CESE se constituyó en abril de 1961, en el nº 79 de la rue Saint-Denis de París, por militantes libertarios, para desarrollar estudios sobre los problemas sociales y económicos concernientes a la Península Ibérica. En sus locales albergó la Federación Local de París del Movimiento Libertario Español en el exilio, el Círculo Artístico-Cultural García Lorca y el Comité España Libre. El CESE editaba el boletín Estudio. Poseía una biblioteca importante y realizaba una serie de actividades socioculturales, a través de las diferentes secciones constituidas : Sección de excursiones y visitas culturales. Sección de deportes (equipo de fútbol U.S. Hispania). Sección juvenil (el grupo juvenil organizó un cuadro artístico “Mosaicos Españoles” y una rondalla).
Mantenían un “Boletín hablado” que eran tertulias-debates sobre temas de actualidad. Por sus locales pasaron a dar conferencias personas como : H.R. Southworth, Hem Day, Conrado Lizcano, Juan Manuel Molina, Arsenio Jimeno (UGT), Jesús Insausti (STV), Fernando Valera, Manuel de Irujo, Helmut Rüdiger, Gastón Leval, Julio Just, Renée Lamberet, Dionisio Ridruejo y Agustín García Calvo, entre otras. También contaba con un servicio de apoyo al exiliado y al emigrante. El CESE, en el año 1986, cambió su sede a la rue Robert Planquette, nº 10, local compartido con el colectivo anarquista Groupe Louise Michel, que editan una revista La Rue. En este grupo militan algunos hijos de compañeros ya fallecidos, y aquí es donde se reúnen actualmente los compañeros de la Agrupación Confederal de París.
En resumen, unas jornadas memorables y productivas por las relaciones que establecimos allí.
PARA SABER MÁS :
Adaptación y traducción del artículo “Républicains espagnols. Des étrangers dans la Résistance” de Geneviève Dreyfus-Armand, publicado en CAES Magazine, n. 9, hiver 2009, pp- 6-11.
“El exilio republicano es una de las consecuencias humanas de la guerra de España. Desde julio de 1936, la II República española se encontró aislada ante la agresión de las tropas franquistas, ayudadas por la Alemania nazi y por la Italia fascista. Después de dos años y medio de guerra, la República fue vencida.
El 26 de enero de 1939, fecha de la entrada de las tropas franquistas en Barcelona, marca el inicio del éxodo masivo de todo un pueblo, el exilio español, “la retirada” para los franceses. Más de medio millón de personas, entre soldados, mujeres, niños, ancianos, inválidos, huyendo de las garras del fascismo. Y ahí comienza el drama del exilio.
Los republicanos españoles son los primeros extranjeros a quienes se les aplica a gran escala el decreto del gobierno francés de 12 de noviembre de 1938 que preveía el internamiento de los extranjeros considerados indeseables.
Las mujeres y los niños son generalmente evacuados en centros de acogida diseminados por todo el territorio francés, los hombres son internados en campos de concentración rodeados de alambradas y vigilados por soldados senegaleses. Argelès-sur-Mer, Saint-Cyprien, Barcarès, Bram, Agde, Septfons, Gurs, Vernet d’Ariège, Rivesaltes… son nombres que no olvidarán jamás.
Para escapar de este infierno, muchos de ellos ingresarán en las Compañías de Trabajadores Extranjeros (CTE), unidades militarizadas creadas en abril de 1939 para encuadrar a los refugiados ; sin contar los reclutados por la industria o la agricultura en numerosas regiones. Otros se enrolarán en la Legión extranjera o en los Regimientos de Marcha de Voluntarios Extranjeros. Varios miles se incorporarán a los trabajos de organización defensiva, especialmente en la llamada “Línea Maginot”.
Para los republicanos españoles, su experiencia de la guerra de España les facilitará su rápida integración en la guerrilla, en el maquis, participando en la resistencia contra la ocupación de Francia por los nazis, e incluso como soldados en el ejército de la Francia Libre. Los españoles, de nuevo, seguían luchando contra el fascismo.
Durante la ofensiva alemana de 1940, muchos trabajadores españoles son hechos prisioneros y trasladados a Alemania. Son los primeros deportados a los campos nazis, particularmente a Mauthausen, marcados con un triángulo azul de apátrida y una S de “rojo español”. El holocausto no tuvo piedad de ellos, aunque algunos felizmente pudieron sobrevivir.”