Federal insurrecto, Salvochea fue alcalde de Cádiz (1871-1873), traductor de Koprotkin, fundador del periódico gaditano “El Socialista”, autor de poesías y artículos de aire revolucionario e inspirador de novelas de Vicente Blasco Ibáñez.
Perteneció a una de las familias más acomodadas del Cádiz decimonónico, que lo envió a estudiar a Inglaterra con quince años, donde contactó con los socialistas utópicos.
Salvochea fue guerrillero en la serranía de Cádiz, exiliado en París, diputado en las Cortes Constituyentes de 1871, miembro de la I Internacional, reo de cadena perpetua cuyo perdón rechazó y prefirió escaparse del penal para instalarse en el extranjero, y en en 1890, de nuevo en Cádiz, organizó una manifestación en demanda de la jornada laboral de ocho horas.
Desde 1899 fijó su residencia en Madrid, desde donde efectuó una importante labor propagandística en favor del anarquismo, respaldada por el prestigio logrado con su lucha política y sus cautiverios.
La imagen que ha sido elegida para ilustrar este volumen lo representa como un héroe romántico, con lentes ahumadas y sombrero de ala ancha, junto al cañón de una barricada, sable en mano, listo para el combate.
En el estudio ahora publicado en Cádiz con la colaboración de la “Fundación Casasviejas 1933” intervienen cuatro hispanistas franceses de la París VIII y se recoge un texto de Carlos Serrano (1943-2001), que fue catedrático de La Sorbona.
EFE
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