“Somos hijos del silencio de nuestros padres y responsables del silencio de nuestros hijos”. Esta frase de la escritora Dulce Chacón, sintetiza muy a las claras, la conferencia que pronunciaron Cecilio Gordillo, Coordinador General de la Memoria Histórica, y Gonzalo Acosta, geógrafo. A las 19:30 comenzó la recepción en el hall del teatro para contemplar la exposición alusiva al “Canal de los Presos”, media hora después, Vicente Zarza abrió el turno de intervenciones para dar por inaugurada las jornadas.
Entre 1940 y 1962 unos 10.000 presos políticos participaron en la construcción del Canal del Bajo Guadalquivir, hoy conocido de manera oficial como Canal de los Presos.
Este canal, que atraviesa 17 municipios no solo transformó la ciudad de Sevilla, sino que convirtió 80.000 hectáreas de marismas que rodeaban el parque Doñana en tierras de regadío, algo de lo que se beneficiaron muchos de los que financiaron el golpe militar de Francisco Franco.
En este sentido, Gonzalo Acosta, denunció que de las 10 grandes constructoras que existen en al actualidad en España, 5 de ellas tienen el origen de su capital en el uso de la mano de obra esclava, y criticó que en base a la Ley de Amnistía de 1977, estos presos que fueron condenados a trabajar no puedan pedir ninguna compensación económica, porque “el Estado sigue sin reconocer que entre los presos políticos existió la figura del preso político condenado a trabajos forzados”.
Por su parte, Cecilio, se postuló para trabajar y pagar la gran deuda que nuestra generación les debe a todos los hombres y mujeres represaliados por la dictadura y condenados al silencio durante la Democracia.
A continuación se proyectó el documental “Presos del silencio” ; que nos mostró la vida de personas anónimas, gentes sencillas que no aparecen en los libros de historia, pero que desempeñaron un papel importantísimo en la lucha por la libertad y la dignidad durante la dictadura franquista.