FECHA

Valentin Gonzalez, ni olvidamos ni perdonamos. 1979-2008. 29 Aniversario
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12´30 h.- HOMENAJE A VALENTÍN GONZÁLEZ, EN EL 29 ANIVERSARIO DE SU MUERTE Concentración y lectura del manifiesto en el viejo Mercado de Abastos. 25 Junio


“LO VERDADERAMENTE LAMENTABLE DE TODA ESTA HISTORIA ES QUE LA SOLUCIÓN DE NUESTRO CONFLICTO NOS HAYA COSTADO UNA VIDA HUMANA, LA VIDA DE UN COMPAÑERO”. (Esteban García Muñoz, Presidente de la Agrupación Sindical de Carga y Descarga).


REFLEXIONES EN TORNO A UN ANIVERSARIO :

El 25 de Junio de 1979, moría a manos de un policía nacional, por disparo a bocajarro de una bala de goma, el joven cenetista de veinte años, Valentín González, cuando se disponía a ayudar a su padre brutalmente apaleado por otro número de la Guardia Nacional. Por encontrarse en huelga pacífica y legal de las Collas de carga y descarga de Valencia, significó la primera Huelga General pacífica protestataria de Valencia. Hoy, en el XII aniversario de su muerte no pretendemos levantar bandera sectaria alguna por tan aciago acontecimiento que costara la vida al joven cenetista Valentín González, puesto que tanto él como los demás que murieron por la defensa de los intereses de la clase obrera, sin diferencia de ideología, perdurarán en el pensamiento de sus familiares y en el de cuantos compartimos las ideas que les animaron en vida, estimulándonos a proseguir la lucha que dejaron ellos por alcanzarles la muerte. Pero sí remarcar que, por las circunstancias de los cambios políticos que se dan en las naciones, pasando de unas manos a otras el poder político, en España, el derecho de huelga se limita cada día más con el fin de conseguir la obediencia a las condiciones impuestas por las autoridades gobernantes de tumo, de no importa qué signo político, que exigen la obediencia ciega e incondicional a sus decisiones, aún cuando sean las mismas que, desde la oposición, les indujeran a propagar. O, de lo contrario, lanzan la fuerza pública a la calle, con el fin de que no se les escape la huelga de las manos, a conciencia de que no se puede ser Pueblo y Poder, y que de serlo, se ha de traicionar a uno de los dos, y que, como es lógico, siempre se traiciona al Pueblo que, de los dos, es el más débil, salvo que esté unido y sus líderes sean verdaderos y auténticos hombres de lucha.

Enrique.M.N. (Valencia, 30 de Mayo de 1991) comunicado en su XII ANIVERSARIO.


Valentín González : Cuando la clase obrera se vistió de luto.

Dicen que algunas veces el pasado se tropieza con el presente, y es entonces cuando pedazos de la memoria histórica, son rescatados o recordados otra vez por la memoria colectiva…

Recuperar el nombre de Valentín González, es recordar aquella huelga de abastos en valencia, su muerte a manos de la policía y su impresionante repercusión social, son hechos que los trabajadores no deberían olvidar nunca.

Corría el año 1979, los trabajadores de la colla del mercado de abastos de valencia (actualmente el mercado de abastos se a convertido en un instituto, un centro deportivo y una comisaría de la policía nacional) llevaban varios meses revindicando los salarios que la patronal les debía, a pesar que el gobierno había dado orden a la patronal de que se pagaran las deudas salariales pendientes a los trabajadores, estos seguían sin cobrar, es por esto que los trabajadores de la colla de carga y descarga del mercado de abastos, en su mayoría todos afiliados al sindicato de transporte de la CNT de Valencia, deciden como ultimo recurso convocar la huelga, como forma legitima de exigir lo que se les debe por ley.

La huelga comenzaba el 25 de junio de 1979, los trabajadores se reunieron en asamblea esa misma mañana, en esa asamblea se acordó evitar cualquier tipo de enfrentamiento durante la huelga, y se recordó que ante la aparición de los grises (como se llamaba a la policía en aquellos años) los trabajadores deberían actuar con normalidad pues la huelga estaba dentro de la mas absoluta legalidad. En la reunión se acordó que en la entrada de abastos estuvieran los piquetes informativos, compuestos por los trabajadores más mayores, mientras en el interior del mercado estarían todos los demás.

La huelga de los trabajadores comenzó con total normalidad, hasta que llego un contingente de más de 50 policías (grises), un oficial de la policía se dirigió a uno de los representantes de los trabajadores, el oficial pregunto si la huelga era legal, los trabajadores respondieron que si y mandaron a un compañero a recoger los papeles correspondientes que se encontraban en el local de la colla, en la calle Historiador Diago, a pocos metros del mismo mercado.

Cuando se enseño al oficial de la policía la documentación legal de la huelga, a este poco le importaba y dio tres minutos para que desalojaran los trabajadores el Mercado.

Los trabajadores, asustados ante la prepotencia policial, se refugian dentro de las casetas de vestuarios que se encontraban en la misma entrada del mercado de abastos.

En una de estas casetas se encontraban refugiados Valentín González, joven trabajador de la colla, que solo tenia 20 años, le acompañaba también su padre de 48 años, también se llamaba Valentín González, ambos como ya hemos dicho trabajadores del mercado de abastos y afiliados a la misma sindical :CNT.

La policía empezó tirando botes de humo dentro de las casetas, en pocos minutos no se podía respirar, teniendo algunos trabajadores que romper con una silla las cristaleras para poder respirar y en segundo paso salir.

Valentín y su padre consiguen salir por la puerta, es entones cuando un policía comienza a golpear al padre de Valentín, ante esta agresión a su padre, Valentín González (hijo) se dirige al policía al grito de -¡no peguéis a mi padre !. Otro de los policías que se encontraba a dos metros de distancia le dispara un pelotazo a bocajarro, Valentín González, se agarra a una valla pero recibe otro golpe en la cabeza que le hace caer definitivamente al suelo.

Con el cuerpo inmóvil de Valentín González en el suelo, aumenta la tensión y la desesperación de los trabajadores, la policía apunta con sus metralletas a los compañeros de Valentín, para que no se acerquen, finalmente lo meten en un coche de un compañero y lo trasladan rápidamente al hospital provincial, Valentín González ingreso cadáver en el hospital a causa de una hemorragia interna, el dolor de sus compañeros y familiares es mas que patente.

Por la noche y tras conocerse la noticia, los teléfonos de la CNT no paran de sonar con llamadas de trabajadores y periodistas que se interesan por lo acontecido.

Al día siguiente, los periódicos poco dicen de su muerte, los sindicalistas de la CNT, acuerdan la huelga general en toda la ciudad, a la convocatoria de la CNT se suman todas las fuerzas sindicales de entonces : CCOO-UGT-USO-CSUT-SU-SLMM. Además de la adhesión de la casi totalidad de los partidos de izquierda. Por la noche panfletos pintadas, carteles, llaman a la ciudad a la huelga general.

Al día siguiente es la despedida de Valentín González, desde el hospital clínico de valencia sale un coche fúnebre detrás lo acompañan andando los familiares y compañeros del mercado de abastos, desde primera hora de la mañana l a huelga a comenzado con un rotundo éxito, torrente queda paralizada, los carteros de valencia ese día no reparten la correspondencia, los comercios están cerrados, y en los grandes centros comerciales se realizan asambleas para sumarse a la huelga.

Mientras y como recoge la prensa de entonces (el país, levante, etc.…) unos 300.000 trabajadores acompañan el coche fúnebre hasta el cementerio de valencia, no hay presencia policial y los trabajadores gritan consignas de todo tipo :”vosotros, fascistas, sois los terroristas”, “aquí se ve la justicia de la UCD”, “Valentín hermano, no te olvidamos”. A la altura de viveros y tal como cometan algunos de los periodistas que hicieron la crónica para la ya desaparecida revista “Valencia Semanal”.

Los trabajadores de las obras de viveros salen de la obra y se unen a la marcha ahora de mas de 300.000 personas, los pocos albañiles que quedan en el andamio saludan a la manifestación con el puño levantado, a su paso por la alameda algunos grupos de manifestantes destruyen las vidrieras de la sede de el periódico Las Provincias.

Aun así la manifestación trascurre con normalidad a la altura de la Plaza de toros de valencia , las mujeres aplauden y lloran desde sus balcones, las aceras de las calles están abarrotadas, y un vendedor de cupones desde su silla de ruedas levanta el puño saludando y despidiendo el coche fúnebre que trasporta el cadáver del joven trabajador, Valentín González.

Como describe la periodista Rosa Mª Solbes : “las campanas no tocaban al muerto, pero a las tres en punto, las sirenas de los barcos del puerto habían sonado tres veces”.

El féretro de Valentín entro en volandas cubierto con la bandera de la CNT, y son sus compañeros del mercado de abastos los que llevan la pesada carga del ataúd, hasta el nicho del cementerio de valencia. Miles de ojos rojos de llorar durante horas y puños cerrados por la fuerza del dolor despiden emotivamente al compañero.

Miguel Angel Morcillo.


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