“Pablo Monge Rodríguez, ATEO. Respetadme y sed felices”. Así reza –es un decir- el cartel que el mismo Pablo diseñó para anunciar al visitante quién fue el exánime que se encontraba en la sala del tanatorio y al que, un día antes, se le había practicado la eutanasia.
Este amigo y compañero vivió sus últimos días como lo había hecho toda su vida, luchando por aquello en lo que creía con absoluta entereza e integridad. No se rendía, no se vendió, no miró para otro lado cuando reconoció la injusticia, no miró para otro lado cuando alguien necesitó de su ayuda.
El pasado 20 de junio de 2024, el día más largo del año, se practicó en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares la primera eutanasia amparada en la Ley Orgánica actual que la regula, la 3/2021. Un acontecimiento pionero que ha tenido lugar gracias al empeño incansable de un hombre sencillo e inmenso que no renunció a morir con la misma dignidad con la que vivió y que dedicó los últimos días de su vida a abrir una brecha que otras personas seguirán ensanchando en el futuro.
Quienes lo conocimos en la Sección Sindical de CGT advertimos, desde un principio, que tratábamos con una persona extraordinaria, sin dobleces, de fuertes convicciones y valores a los que no estaba dispuesto a renunciar, un ser humano hecho de una pieza. Un ser humano que ahora trasciende y vive en quienes tuvimos la inmensa suerte de caminar a su lado reclamando la dignidad y el respeto que todo el mundo merece en el trabajo y en la vida.
PORQUE NO SE HA RENDIDO, PORQUE NO SE HA VENDIDO
PORQUE FUISTE UN EJEMPLO AMIGO PABLO
NO NOS RENDIMOS, NO NOS VENDEMOS
«Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles». (Bertolt Brecht)
Sección Sindical CGT
Ayto. Alcalá de Henares