En la declaración que el doctor ha prestado como testigo, en el procedimiento abierto para determinar si se autoriza a las hermanas de Puig Antich a presentar un recurso de revisión contra la condena a muerte del anarquista , consta que el cuerpo del policía “presentaba al menos cinco orificios por impacto de bala, dispuestos en alineación y a modo de ráfaga, en sentido ascendente a partir del muslo derecho hacia abdomen y hemitórax izquierdo”.
El doctor Latorre, que el 25 de septiembre de 1973 tenía como médico adjunto a Ramón Barjau, explicó que Anguas llegó ya cadáver al hospital y que ignora por qué se le practicó la autopsia en una Comisaría y no en el Instituto Anatómico Forense que se encontraba en otra plante del propio hospital, pero que no recuerda ningún caso similar.
En cuanto al número de impactos que presentaba el cuerpo (principal argumento de la familia de Puig Antich para pedir la revisión de la condena), el testigo dijo recordar que días después de atender a Puig Antich, quien también resultó herido, vio que la prensa contaba que el policía presentaba tres impactos de bala, cuando él había visto al menos cinco, por lo que él “consideró que se había tergiversado la realidad de los hechos , lo que calificó entonces de ’alcaldada’”.
A preguntas del fiscal Fernando Herrero-Tejedor, Latorre dijo que las heridas del muslo que presentaba Anguas “sólo serían mortales en la hipótesis de que hubieran afectado a la femoral”, y que “las dos heridas objetivamente más graves con consecuencias previsiblemente mortales eran las localizadas en el esternón y en la tetilla izquierda”. Pruebas para decidir
La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo decidió el pasado 25 de octubre retrasar su decisión de si autoriza la presentación de un recurso de revisión contra la sentencia que condenó a muerte a Puig Antich hasta tomar declaración a varios testigos propuestos por la familia.
Desde que las hermanas del anarquista catalán solicitaron la revisión del caso, el Supremo ha rechazado varias pruebas propuestas , como la toma de declaración del abogado que defendió a Puig Antich en su proceso o del médico que atendió en el hospital a los heridos en el tiroteo por el que se le condenó.
En cambio, el pasado mes de abril, sí realizó una prueba pericial de reconstrucción infográfica del crimen imputado al anarquista catalán, que había sido solicitada por la familia.
Esta prueba consistía en una reconstrucción mediante procedimientos infográficos del enfrentamiento armado mantenido entre Puig Antich y la Policía, en el que resultó muerto el subinspector Francisco Anguas. Con ella se trataba de demostrar que el condenado no pudo ser el autor de los disparos que mataron al policía.
La Sala actuó conforme al artículo 957 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que establece que, de existir dudas razonables en torno al caso, pueden prácticarse pruebas antes de que se tome la decisión sobre la admisión a trámite del recurso, algo similar a lo que ocurrirá con los interrogatorios ahora acordados.
Puig Antich fue condenado a muerte por un Consejo de Guerra el 8 de febrero de 1974, resolución que fue confirmada el 11 de febrero del mismo año por el Consejo Supremo de Justicia Militar. Fue ejecutado mediante garrote vil el 2 de marzo de 1974. 20 años después, en 1994, sus hermanas solicitaron por primera vez la revisión de su caso, y el Supremo lo denegó.
El recurso de revisión es de naturaleza extraordinaria y sólo se realiza cuando aparecen nuevos hechos o pruebas que contradigan la sentencia impugnada.
EUROPA PRESS