ante la versión siempre dada de los vencedores, donde se acusa a las hordas rojas de la destrucción de imágenes religiosas, quiero exponer unos hechos para conocimiento general de la ciudadanía, y que así se pueda juzgar con criterios históricos y de justicia.
decir primeramente que en la turbulenta etapa de los primeros días ocasionada por la rebelión militar contra la república (sistema legalmente constituido), en orihuela el comité de enlace antifascista crea una comisión para salvaguardar el patrimonio artístico de la ciudad poniendo a buen recaudo las obras de arte, entre ellas el santo tomás de velázquez e imágenes procesionales de salzillo. entre otros formaban parte de esta comisión antonio sequeros, amado granell y pujazón samos.
este artículo va encaminado ante todo a hacer justicia a uno de estos hombres, desconocido por una gran mayoría, antonio pujazón samos, que fue acusado falsamente y juzgado por un tribunal militar fascista, muriendo fusilado en las paredes del cementerio de orihuela en noviembre de 1939.
este hombre, miembro de la c.n.t. y del comité de enlace antifascista de orihuela fue realmente quién salvó la imagen del cristo de la agonía . es indignante que luego se le juzgue y fusile por destrucción de imágenes religiosas .
existen datos históricos que demuestran la gran injusticia hacia este personaje dotado de una gran humanidad y asesinado sólo por inhumanas ansias de venganza y sangre de los sectores más conservadores y reaccionarios de nuestra ciudad.
en el libro de rafael torres sobre amado granell hace mención a esta persona : “antonio pujazón, el hombre que a punta de pistola había rescatado de las llamas el cristo de salzillo, un hombre valeroso, decente y bueno, que también habría podido, por qué no, liberar parís a medias con granell, sería fusilado por las hordas de la victoria bajo la acusación de haber destruido, durante la guerra, imágenes sagradas precisamente”.
pero resulta más emotivo el propio testimonio de pujazón que describe en una carta testimonio dirigida a su hija de tres años, para su posterior conocimiento, desde la cárcel del seminario de orihuela días antes de ser fusilado ; “se habían apartado en la iglesia del convento de san francisco una gran cantidad de esculturas del inmortal salzillo. por tener yo que concurrir aquella noche a una reunión del comité de enlace, dejé para su custodia a unos compañeros que yo consideraba que tenían algún ascendiente sobre las masas. a la hora de estar yo reunido, me dicen por teléfono que unos individuos forasteros habían penetrado en la mencionada iglesia y que estaban destruyendo las también mencionadas imágenes. inmediatamente marché a la repetida iglesia y llegué a tiempo de salvar únicamente el cristo de la agonía, magnífica escultura que se debe al genio portentoso del citado escultor salzillo.
un desconocido le había amarrado una cuerda y tiraba desde él para abatirlo desde el altar donde se veneraba, al suelo. para disuadir a aquel hombre inculto de su desalmado proyecto tuve que amenazarle con mi pistola, logrando de esta guisa salvar la repetida imagen. este gesto mío fue interpretado de diversas formas y no te ocultaré que me sirvió para que algunos intentasen lanzar sobre mis convicciones ideológicas.
pues bien, a pesar de estas injustas apreciaciones de gente vulgar y sin cultura, a pesar de que esta gestión mía, ha pesado como losa de plomo sobre mi proceso y juicio, yo tengo la tranquilidad de conciencia que produce el saber que por mi labor de entonces, se salvaron innumerables objetos religiosos que luego han servido para que el pueblo, que me ha anatemizado de forma desagradecida, pueda continuar su tradicional culto religioso”.
sirva este artículo para contribuir a la verdad histórica y a la dignificación y justicia de antonio pujazón samos, libertario y anarquista, hombre consecuente con sus ideales de libertad y justicia social, humillado y asesinado por la barbarie reaccionaria fascista.
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Ginés Saura Fernández
Miembro de la Comisión para la
Recuperación de la Memoria Histórica de Orihuela