eldiario.es/Rodrigo Saiz
Se están excavando las fosas comunes en el Fuerte San Cristóbal, utilizado por el franquismo como cárcel.
El Gobierno de Navarra trata ahora de localizar a posibles familiares de estos presos del Fuerte de San Cristóbal para entregarles sus restos.
Restos encontrados en el cementerio de Berriozar. Asociación Txinparta. Cedida a elDiario.es/Navarra
Durante la dictadura franquista el Fuerte de San de San Cristóbal, un complejo militar situado en el municipio de Berrioplano, en la comarca de Pamplona, se convirtió en una cárcel para presos políticos de toda España. Por él pasaron hasta 7.000 personas y murieron unas 800, más de 200 fusiladas tras una fuga que protagonizaron 795 presos en 1938, de los que tan solo tres lograron cruzar la frontera francesa. Entre los fallecidos en este Fuerte se encuentran los 21 presos cuyos cuerpos han sido recientemente exhumados en el cementerio de Berriozar por la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
Los restos corresponden a unos presos anarquistas de diferentes regiones de España que fueron fusilados por el franquismo el 1 de noviembre de 1936. Se da la circunstancia de que todos ellos ingresaron en el fuerte antes del 18 de julio de 1936, día en el que Francisco Franco dio el Golpe de Estado. Según relata Koldo Pla, de la Asociación Txinparta, se trataba de un grupo de personas que ya habían sido detenidas con anterioridad, alguna de ellas en 1934, y que no fueron considerados como presos políticos en la amnistía de febrero de 1936. Recibieron el trato de presos comunes al haber cometido en muchos casos otro tipo de delitos como robos o asaltos a entidades bancarias y, tras haber protagonizado algunos conflictos en sus correspondientes prisiones, se les trasladó al Fuerte de San Cristóbal.
“Fueron fusilados por la ley de fugas tras haber sido acusados de haberse intentado escapar del Fuerte”, señala Koldo Pla, quien añade que no hay constancia de un intento de fuga en esas fechas. “Es posible que se tratase de una represalia”, apostilla. En las actas de defunción figura como causa de la muerte “traumatismo”, si bien tras la recuperación de los cuerpos se ha podido comprobar que todos ellos fueron ejecutados con arma de fuego. “Todos tienen herida de bala y se han encontrado varios proyectiles”, puntualiza Lourdes Herrasti, directora de la excavación.
Uno de los proyectiles de bala encontrados durante la exhumación. Asociación Txinparta. Cedida a elDiario.es/Navarra
Los 21 cuerpos han podido ser recuperados gracias al trabajo de la Asociación de memoria Txinparta, que desde 1988 lleva investigando el fuerte que corona el monte San Cristóbal / Ezkaba. Tras estudiar el registro civil y el diocesano de los 12 pueblos que conformaban la Cendea de Ansoian, antiguo municipio conformado por los 10 pueblos que hoy forman Berrioplano, Berriozar y Ansoáin, donde se enterraron los cuerpos de los presos del Fuerte hasta 1938, descubrieron que en el cementerio de Berriozar yacían los cuerpos de 47 presos de esta cárcel franquista, de los que 21 habían muerto el mismo día. “Estábamos seguros de que eran los presos anarquistas, pero ahora tenemos la prueba de que estábamos en lo cierto por las heridas de bala que confirman que son ellos”.
De todos se conoce su nombre y apellidos, así como su lugar de procedencia y edad con la que fallecieron. Aún así, será muy complicado identificar los cuerpos encontrados porque para ello es necesaria una prueba de ADN de alguno de sus familiares que quiera entregarla al banco del Gobierno de Navarra y de los 21 tan solo tres tenían más de 30 años cuando fueron ejecutados, lo que dificulta la localización de familiares. Con todo, la Asociación Txinparta ya ha contactado con cuatro de ellas, a las que había localizado previamente, y dos ya se han puesto en contacto con el Ejecutivo foral para cotejar las muertas de ADN. El Gobierno de Navarra anima a cualquier persona que sea familiar o conozca a alguien que pueda tener parentesco con algunos de los cuerpos localizados a que se ponga en contacto con el Instituto Navarro de la Memoria a través del correo inm@navarra.es para poder devolver los restos a sus seres queridos.
Lista e los restos encontrados en el cementerio de Berriozar.
Fue esta misma asociación quien se puso en contacto con el Instituto de Memoria del Gobierno de Navarra para proponer la prospección del cementerio tras conocer por testimonios de varios vecinos que los cuerpos se encontraban en el fondo del antiguo recinto y comprobar que en la zona no se habían realizado nuevos enterramientos desde entonces. “Estaban enterrados en esa zona y tal y como se nos había dicho: apilados en cajas unos encima de otros”, apunta Koldo Pla.
A lo largo de los próximos meses el Instituto Navarro de la Memoria continuará con las labores de prospección en diferentes lugares de la comunidad foral, siguiendo el plan de exhumaciones que fue aprobado a comienzos de año. Para el 2022 están contempladas veintitrés prospecciones en diferentes lugares de la geografía navarra. Este programa ha permitido recuperar hasta la fecha más de 140 cuerpos de víctimas de la dictadura franquista, de los cuales algunos de ellos han podido ser entregados a sus familias.