Los partidos de izquierda contaron con el apoyo del único diputado de UM que en aquellos momentos se encontraba en la Cámara, Miquel Nadal, y por ello la proposición no de ley contó con 24 votos a favor. En los asientos del público se encontraban los representantes de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Miquel Rosselló (EU-EV) apeló a la conciencia de los diputados conservadores para aprobar la proposición no de ley, ya que se trataba de homenajear los avances democráticos de la Constitución de 1931 y el 75 aniversario de un régimen plural en el que “cabían todos, derechas e izquierdas, a excepción de los fascistas”. El nacionalista Eduard Riudavets apuntó que no se trataba de una venganza, sino de “obtener justicia”.
El PP presentó una enmienda a la proposición no de ley en la que pedía también la condena del “golpe de Estado de 1934” (movimiento huelguista contra el Gobierno republicano de derechas), de la represión franquista y de actuaciones que se produjeron en la guerra civil como los fusilamientos de los rebeldes a manos de los republicanos en Paracuellos.
Dicha enmienda fue rechazada por la izquierda ya que, según argumentó Aina Rado, se trataba de hacer justicia moral con el “genocidio que sufrieron los vencidos”. Por todo ello el PP votó en contra y la proposición no de ley no prosperó. PSOE, PSM y EU-EV preguntaron sin éxito al PP por qué tenía miedo de apoyar una resolución en contra del franquismo
La iniciativa de los partidos de izquierda, además de rendir un homenaje a las víctimas, también pretendía crear un instituto de la memoria histórica.
Fuente : MIQUEL ADROVER / Diario de Mallorca