CeAQUA.
Madrid, a 27 de diciembre, 2013
.- Javier Zaragoza, el Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional, ha efectuado en estos días declaraciones sobre las que la CEAQUA quiere comentar:
Concretamente, Javier Zaragoza manifestó recientemente a Efe que contempla la posibilidad de informar – en la vista que se celebrará ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para tratar las extradiciones solicitadas por la justicia argentina – que corresponde juzgar a los torturadores en España, dado que se trata de españoles acusados de cometer delitos contra otros españoles . Parece una magnífica noticia: de acordarse así, España cumpliría con la obligación de extraditar o juzgar que le impone el derecho internacional. Precisamente este es el objetivo último que se propone la querella argentina: la adopción de medidas que pongan en evidencia, nacional e internacionalmente, la impunidad del franquismo y animen a jueces y fiscales valientes a investigar sus crímenes, ignorando y superando la insostenible doctrina del Tribunal Supremo en su sentencia de 27 de febrero de 2012 en la causa contra Garzón.
Sin embargo, en lugar de argumentar que se los puede juzgar aquí porque los responsables de crímenes contra la humanidad no pueden ampararse en ninguna ley de amnistía y sus delitos son imprescriptibles,sostiene que plantearía que la Ley de Amnistía y la prescripción impedirían que se los juzgue en España.
Es decir, propondría abrir un procedimiento en España para que, después, se archivase el mismo por no ser judicialmente perseguibles los delitos: ¡se trataría de abrir una causa penal, para que no haya causa penal! Parece de toda evidencia que se trata de una excusa para no informar favorablemente a las extradiciones y no a un deseo sobrevenido de que se haga justicia.
Para la CEAQUA haber llegado hasta aquí, y que el Fiscal deba defender esta posición débil, oscura y previsible, constituye un éxito de las solicitudes de extradición y de la presión social para que se haga justicia, y así lo vivimos.
Contábamos desde el principio con la posibilidad de que las extradiciones no se produzcan, pero también confiábamos en que sus solicitudes, y las distintas medidas que se están adoptando, crearían una situación en la que cada vez sería más insostenible mantener la impunidad de los crímenes del franquismo. Es lo que está sucediendo. Nuevas imputaciones y órdenes internacionales de detención, nuevos pedidos de extradición a España, las videoconferencias que están previstas para fechas próximas, entre otras iniciativas, seguirán horadando el muro de impunidad que comienza a resquebrajarse.
Recordamos en cualquier caso que deciden los jueces, no el fiscal. Por tanto, seguiremos esperando el desarrollo de los acontecimientos y adoptando todo tipo de acciones para que, de una vez y para siempre, existan memoria, verdad, justicia y reparación para las víctimas de uno de los mayores genocidios cometidos en el siglo XX cuyos responsables, inconcebiblemente, permanecen impunes.