FECHA

Los maquis son desenterrados y llevados a León para identificarlos


Los arqueólogos no han podido recuperar la totalidad de los huesos dado el mal estado del enterramiento. Los restos óseos estaban bajo piedras y carecían de conexión anatómica.

“Nos sentimos aliviados después de tantos años de espera”. Los familiares de Ricardo Moles Moles y José García Muñoz, los dos maquis enterrados en una fosa común del cementerio de Moraleda de Zafayona, agradecen la labor desarrollada por el equipo de arqueólogos que ayer dio por concluidos los trabajos de la primera exhumación de represaliados que se produce en la provincia de Granada tras intentos fallidos en Lecrín y el Carrizal en el 2003.

Los restos óseos, que presumiblemente corresponden a los de los dos guerrilleros antifascistas, viajaron ayer mismo para Ponferrada (León), en cuya Universidad se llevarán a cabo los trabajos de identificación.

Tras los primeros indicios hallados la tarde del jueves, los arqueólogos lograron a primera hora de la mañana de ayer desenterrar los huesos con algunos problemas añadidos puesto que carecían de conexión anatómica y algunos de ellos han desaparecido. Los restos óseos se hallaban bajo unas piedras, lo que daría credibilidad al testimonio de que la fosa fue descubierta parcialmente por perros y cubierta de nuevo con piedras.

Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, con implantación nacional, explicó que el hecho de que los esqueletos no estén íntegros ocurre “con bastante frecuencia”. A falta del estudio antropológico, todo hace indicar que, por las características físicas, los cuerpos se corresponden con los de los dos hombres que en octubre de 1950 fueron enterrados tras ser sitiados por la Guardia Civil en el cerro del Turro, en el paraje conocido por la cueva de la Ahumada.

Antonio Ocaña García, nieto de José García Muñoz, reconoció que le embargaban sentimientos contrapuestos : “Por un lado estamos aliviados y contentos porque podemos recuperar sus restos pero al mismo tiempo estamos tristes al conocer cómo fue su muerte”. Antonio se enteró por los medios de comunicación de la exhumación de los restos de su abuelo. “Ni siquiera sabía que era guerrillero, sólo sabía por mi abuela que ayudaba a la gente de la sierra y que tuvo que escapar también ante posibles represalias”, relató Antonio, que ahora se siente “muy orgulloso del pasado” de su abuelo.

Ricardo Navarro Moles, sobrino del otro maqui, esperaba con ansiedad este momento. Todavía no había hablado con su madre, hermana de Ricardo Moles Moles, para proporcionarle detalles sobre las labores de identificación. “Aunque no podamos recuperar todos los restos por el estado del enterramiento, para nosotros ya es una alivio”, declaró.

Él ha seguido los pormenores de la exhumación y ha podido comprobar el interés que ha despertado entre otros familiares de represaliados que ya han trasladado al equipo de arqueólogos varias solicitudes para abrir fosas. Consciente de que los cuerpos presumiblemente de los guerrilleros son los primeros que se exhuman en la provincia, sus familiares insistes en que no buscan abrir heridas. “Nuestra aspiración no era ni buscar escarnios ni crear tensiones, nosotros estamos al margen de todo eso, sólo queríamos que se materializaran nuestros deseos”, puntualizó Ricardo Navarro.

Los restos, de cuyo hallazgo se dio conocimiento al juzgado de Loja, fueron ayer mismo trasladados a la comarca del Bierzo, en León, donde serán estudiados por la antropóloga forense Roxana Ferlinni, quien ha colaborado con la asociación en la identificación de otras víctimas de la represión. La decisión de renunciar a los medios que pone a disposición la Universidad de Granada ha causado cierto malestar en la propia Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica. “Nosotros empezamos el proceso y nosotros lo culminaremos”, se defendió Santiago Macías, crítico con el trabajo del colectivo granadino.

La opiniondegranada/ ÁLVARO CALLEJA / 06/12/2008


CURIOSAMENTE, HOY MISMO, LA ARMH-Granada ponía en conocimiento de la Guardia Civil y de los medios de comunicación –al igual que hicimos otros en 2003 en el Barranco del Carrizal (Orgiva) por lo que “cosechamos” muchas críticas y zancadillas de esta Asociación- la “aparición casual” de restos óseos.



Hallan restos óseos de una posible fosa de fusilados en un barranco de Vélez de Benaudalla.

ESTABAN PARCIALMENTE DESENTERRADOS

06.12.08 – 17:14 – EFE | GRANADA

Miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada ha encontrado esta mañana restos óseos que podrían pertenecer a una fosa común de fusilados durante la Guerra Civil en las inmediaciones de un barranco en la localidad granadina de Vélez de Benaudalla.

Miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada han encontrado esta mañana restos óseos que podrían pertenecer a una fosa común de fusilados durante la Guerra Civil en las inmediaciones de un barranco en la localidad granadina de Vélez de Benaudalla.

La presidenta de esta asociación, Maribel Brenes, ha informado de que el hallazgo ha tenido lugar durante una de las rutas periódicas que desarrolla el colectivo por distintas zonas de la provincia donde tienen constancia de la existencia de fosas.

Según Brenes, los restos encontrados -un cráneo y parte de una columna- podrían pertenecer a algunas de las personas que se desplazaron o huyeron durante la Guerra Civil por la antigua carretera que conectaba con la costa granadina, que venían desde Málaga o iban hacia la Alpujarra.

Los restos óseos se encontraban parcialmente desenterrados probablemente a consecuencia de las últimas lluvias registradas en la zona, ha comentado la presidenta, quien ha añadido que ya se ha dado aviso a la Guardia Civil para que se desplace a tomar muestras.

Si los agentes certifican que lo encontrado pertenece a los fallecidos durante la Guerra Civil, la Asociación granadina iniciará los trámites para poder exhumar esta fosa de acuerdo con lo previsto en la Ley para la Recuperación de la Memoria Histórica.

Precisamente, un equipo de arqueólogos que buscaba desde el miércoles pasado una fosa común en el cementerio de Moraleda de Zafayona ha dado esta semana por concluidos los trabajos al localizar restos óseos de dos personas que podrían corresponderse con los de los dos guerrilleros supuestamente enterrados en ella.

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