El alcalde explicó ayer a este periódico que la cruz fue colocada por “miembros de la Asociación para la Cruz Gloriosa y esta asociación ha sido la que se la ha llevado”. Según explicó el alcalde, los componentes de este colectivo religioso “no concebían la cruz sin la famosa leyenda, sin el escrito, y, como éste desapareció, entonces se han llevado la cruz”. La retirada del símbolo religioso ha sorprendido a los propios responsables municipales, que no se la esperaban. De hecho ha cambiado los planes de un Ayuntamiento al que la presencia de la cruz, y sobre todo de la leyenda, en un lugar de tanta simbología provocó un gran rechazo.
La cuestión había adquirido tal importancia que iba a ser debatida en el próximo pleno municipal. El alcalde de Víznar indicó que “ese punto ya lo hemos suspendido porque nosotros pretendíamos saber si era competencia de Medio Ambiente o de Cultura [de la Junta de Andalucía], y también lo que íbamos a hacer nosotros como Ayuntamiento, pero como se la han llevado…”.
La presencia de la cruz fue advertida por este periódico el pasado día 12 de octubre. Tras conocer el hecho el alcalde de Víznar recordó que “un grupo de beatas” del pueblo a las que relacionó con el Movimiento Neocatecumenal, conocido como los “kikos”, le mostrara su intención de colocar una cruz junto a las fosas, lo que no le pareció “del todo mal” dado que muchos de 3.000 fusilados que fueron enterrados durante la Guerra Civil eran cristianos y porque ya había otras cruces de piedra.
El alcalde aseguró, sin embargo, que nadie le informó de su intención de colocar el escrito, cuyo contenido fue calificado de “provocación” por parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
La cruz provocó una cascada de reacciones. Así, tras calificarla de “completamente improcedente”, el delegado de Cultura de la Junta, José Antonio Pérez Tapias, informó de que la Junta iba a abrir una investigación para aclarar lo ocurrido y determinar qué actuaciones se han de llevar a cabo ante una actuación “que se convierte en mucho más que una irregularidad”.
El escrito que acompañaba la cruz es una oración que pedía “Piedad, Dios mío, por aquellos que te blasfeman. Perdónales, ellos no saben lo que hacen. Piedad, Dios mío, por el escándalo del mundo, líbrales del espíritu de Satanás. Piedad, Dios mío, por aquellos que huyen de ti, dales el gusto de la Santa Eucaristía. Piedad, Dios mío, por aquellos que vayan a arrepentirse al pie de la cruz gloriosa, que allí hallen paz y alegría en Dios nuestro Salvador”. El alcalde se sintió engañado por la inclusión del escrito.
Fuente :
M. EL KHATTAT /Granada Hoy