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Los Barracones de Bustarviejo
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Asociación Memoria Histórica Distro de Latina

Los barracones de Bustarviejo son una de las pocas construcciones que se mantienen en pie como recuerdo de lo que fueron las “prisiones” de los esclavos del franquismo. La Asociación “Los Barracones” organiza visitas

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Todos los primeros sábados de cada mes la asociación de Memoria “Los Barracones” organiza visitas explicativas.

Ayer 4 de junio visitamos, nuevamente, el Destacamento Penal de Bustarviejo, vestigio vivo del trabajo esclavo de los presos republicano. Nuestro cicerone, una vez más, fue José Carlos González, presidente de la Asociación para la Memoria Histórica Los Barracones, creada en el año 2016 y encargada de la recuperación, conservación, divulgación, resignificación y visitas culturales a este lugar de memoria. Gracias a todo este magnífico trabajo, este destacamento es una de las construcciones de este tipo mejor conservadas de toda España. Nuestro compañero y amigo, Alejandro Torrús escribía hace tiempo ya, que los penados “Vivían apartados de la civilización. Entre peñascos y breñas, alejados de todo núcleo urbano. Eran rojos o, al menos, habían sido condenados a muerte por el régimen por ‘adhesión a la rebelión’ aunque posteriormente esta pena sería conmutada por 30 años de cárcel por ‘auxilio a la rebelión’ y cuando no cabía ni un preso más en las cárceles franquistas, se les ofrecía la posibilidad de redimir sus penas por trabajos forzados”.

Esos “rojos” como los llamó despectivamente el régimen, eran los presos políticos del fascismo que con su mano de obra esclava levantaron las grandes obras públicas de las que el franquismo sacaba pecho. A mediados de los años cuarenta, había en España 121 destacamentos donde trabajaban alrededor de 16.000 presos.
 
 
 
 
La visita al destacamento penal de Bustarviejo, una pequeña localidad del norte de Madrid, comienza en la estación de tren. El Destacamento en sí, es un vestigio vivo de aquel trabajo de los presos republicanos, de un pasado de un país con problemas de memoria.
 
 
Se sitúa en la más absoluta soledad una estancia de piedra conocida en el lugar como Los Barracones, una estructura de planta rectangular con un patio central donde se alojaban los presos cuando no estaban trabajando. En las colinas que rodean la dehesa se situaban las cabañas y las chozas donde se alojaban las familias de los presos. Por estas dependencias pasaron entre 1944 y 1952 una media anual de 100 presos que participaron en la obra de la línea férrea entre Madrid y Burgos construyendo dos tú benefició del sistema de redención de penas por el trabajo disponiendo de mano de obra en condiciones de semi-esclavitud.
 
 
En total, para la construcción de esta línea férrea el régimen instaló ocho destacamentos penales Chamartín, Fuencarral, Colmenar Viejo , neles (de 395 y 248 metros), un viaducto (de 26 metros de altura y 11 arcos) y una estación de tren ubicada en las afueras del pueblo, a cargo de la empresa contratista Hermanos Nicolás Gómez, conocido falangista de la zona norte de Madrid, y que se Chozas de la Sierra ( Soto del Real ) , Miraflores , Bustarviejo, Valdemanco y Garganta de los Montes. Con la victoria franquista en 1939 la Dirección General asumió las responsabilidades en la gestión del sistema penitenciario y acuñó nuevas formas de explotación de la mano de obra reclusa en las que las empresas privadas pasaron a ser las beneficiarias. La fundamentación teórica del nuevo régimen penitenciario se basó en los conceptos católicos de pecado, expiación de la culpa y perdón sustituyendo a los conceptos de derecho de delito, pena y amnistía. La fundamentación material fue el trabajo forzoso a cambio de reducción de condena como una especie de gracia concedida al preso para su rescate físico y moral a través de la reconstrucción de un país arrasado por una contienda bélica. El preso, en este caso, no era otro que el enemigo político en la contienda y el sistema de Redención de Penas por el Trabajo una fórmula creada para responder al problema de la cuantiosa población reclusa de posguerra, cuya manutención a cargo de la Hacienda Pública preocupaba al nuevo Jefe del Estado. Este sistema de represión, pretendía incidir sobre la ideología y la conducta de los vencidos y debe entenderse como un proyecto de ‘ingeniería social. A través de la redención el prisionero salía del status de rojo antiespañol y se acercaba a la salida del espacio físico de la cárcel recobrando el espíritu nacional perdido, la propia arquitectura del espacio del penal de Bustarviejo y la ubicación de los familiares tiene la función de eliminar la identidad política republicana y crear una nueva conciencia de sujetos validos para el régimen.
 
Un ejemplo son las casas de los familiares. Las instalan en las colinas para que siempre sea visible desde el penal. Las familias constituían las alambradas de espinos para que no se escaparan los presos. Si los familiares están presentes y los presos tienen conciencia de su presencia no se escaparán y aceptarán las condiciones que les impongan, este fenómeno es una intrusión del Estado en la vida privada de las familias. Durante el periodo que estuvo en funcionamiento el Destacamento, formó parte del sistema represivo franquista que al emplear mano de obra reclusa para la explotación laboral dentro de un modelo que buscaba la utilidad, la humillación, la expiación de pecados y la redención de los presos debido a la equiparación entonces existente entre el delito y el pecado.
 
Además, este sistema sirvió como propaganda para la dictadura pues buscaba incidir sobre la ideología de los enemigos. Esta es una muestra más, una vuelta de tuerca más, del carácter fascista del régimen de Franco. Las familias de los presos fueron convertidas en un instrumento de la represión hacia el preso como garantía de su trabajo y buen comportamiento. La Dirección permitió que se estableciesen en los aledaños del Penal en unas pequeñas chabolas de 2×2 metros construidas por los propios presos que operaban como viviendas. Éstas eran ocupadas de forma permanente o temporal (fines de semana o vacaciones) por los familiares, que sufrieron condiciones de hambre, frío y miseria. La instalación de las familias coincidía con la recta final del preso en el camino hacia su salida del penal. El franquismo incidía en la institución de la familia católica, por lo que su estancia suponía un paso en la reinserción en la normalidad social del régimen. Es el caso de Teófilo Sánchez, que cuenta haber conocido a su padre a los 6 años. Recordaba lo nefasta de una experiencia que no finalizó cuando abandonaron Bustarviejo, sino que la precariedad y la miseria les siguió acompañando a la salida. Los bienes materiales eran escasos; tal y como relata Teófilo, no tenían ni cubiertos, los tuvieron que comprar en el rastro “de segunda boca” Las condiciones allí eran pésimas para resistir.
 
El destacamento ha sido reconvertido actualmente en un lugar de y para la memoria. En 2009 se destinaron poco más de 100.000 euros para la restauración del destacamento y de los edificios principales. Para ello utilizaron la única fotografía del penal, de aquella época, para su rehabilitación.
 
 
Hasta hace escasamente año y medio, se venía representando en el propio destacamento la obra de teatro “Presas de Papel”, escrita e interpretada por su autora, OLALLA SÁNCHEZ junto a sus compañeras y amigas del grupo de teatro que fundó “Olí Olé Teatro”: Nuri Draka, Paloma García Consuegra, Nuria Gutierrez y Balbina Jimenez.
 
Olalla falleció a mediados de agosto de 2021 a causa de una cruel enfermedad, y, en principio, según me dicen, no se va a volver a representar la obra. En ella, y basada en fragmentos de biografías de mujeres encarceladas y en las propias sentencias judiciales, Olalla nos regaló una obra de teatro dedicada a las mujeres represaliadas por el franquismo llevando la acción a la cárcel de Ventas. La obra transcurría entre chinches, hambre y amenazas de las monjas guardianas. Se nos fue una luchadora por la libertad, se nos fue una gran persona, una gran MUJER. D.E.P. Que la tierra te sea leve, amiga mía.
 
  
 
Os recomendamos ir cuando podáis. Las visitas son siempre el primer sábado de cada mes. Se parte de la estación de ferrocarril a las 11,00 de la mañana y os tenéis que inscribir con un correo electrónico a amhlosbarracones@gmail.com
 
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