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Lola Iturbe Irizcuren, anarquista
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El 1 de agosto de 1902 nació una de las figuras más destacadas del anarquismo español 

Lola Iturbe nace en Barcelona el 1 de agosto de 1902, hija de madre soltera, su abuelo renegó de su madre, Micaela Iturbe, teniendo que abandonar su pueblo natal, Monreal (Navarra) y se instala en Barcelona, donde da a luz a Lola. Las vicisitudes económicas hacen que confíe su hija recién nacida a un matrimonio valenciano, con dos niños y una niña, que pronto se trasladará a Cerdà (pueblo de la provincia de Valencia), por lo que Lola pasará su primera infancia sin conocer a su madre. Lola vivió una infancia feliz, junto a aquella familia humilde y campesina que consideraba propia y aquel pueblecito que sentía suyo. Su único pesar fue su cojera que la acompañará toda la vida, a causa de una caída que le fracturó el tobillo cuando era muy pequeña.

Después de 7 años Micaela Iturbe fue a recoger a Lola a Cerdà, entre llantos Lola descubrió que tenía otra madre y que la llevaría con ella a Barcelona. En la ciudad condal se instalaron en la casa de un burgués viudo y su hija, asmática, que precisaba de cuidados constantes, en la que Micaela trabajaba como cocinera. Los dueños de la casa se distraían con Lola, la llevaban a misa, a pasear, de visita a los parientes, al teatro… incluso dormía en la habitación de la hija del señor de la casa, el señor Posentí. La adaptación de Lola a su nueva vida fue difícil, de la libertad y la luz disfrutada en el pequeño pueblo pasó a las constricciones de una vida aburguesada en una gran ciudad. Tras la quiebra del negocio de los Posentí, Lola y su madre han de comenzar de nuevo y abren una pequeña pensión en la calle Rossic. Lola ayudaba a su madre en las tareas que la pensión requería, además de iniciarse en el oficio de costurera con nueve años abandonando necesariamente la escuela a la que había podido acudir unos pocos años. A esa pensión acudía gente obrera, hombres de ideas, compañeros expuestos a todas las vicisitudes propias de la agitación social tan característica de la época; esa pensión fue para Lola una especie de escuela libertaria. Allí fue donde Lola se fue abriendo a las ideas, tomando contacto con la realidad social de su tiempo. 

A los catorce años, en 1916, encuentra un trabajo como pantalonera en una fábrica donde conoce a Conchita, quien en un futuro sería la compañera de García Vivancos, y juntas se afilian al Sindicato del Vestido integrándose plenamente el movimiento libertario. Su casa en la calle Rossic no era sólo hospedaje, sino que en momentos de persecución servirá de refugio a compañeros de Badalona. Lola les rinde servicio y se implica más y más. 

Primeros años de militancia 

A principios de la década de los veinte, participó en el grupo de afinidad anarquista «Germen», en el que ella es la única mujer y donde milita también activamente Juanel (Juan Manuel Molina), allí conocerá a Faustino Vidal con quien se unirá sentimentalmente y tendrá una hija, Aurora, en 1923. Sin embargo, aquellos fueron años duros para Lola, tanto a nivel personal como político, su compañero padecía una tuberculosis de garganta que le provocó la muerte en 1924, a lo que se unía el sufrimiento por las víctimas de Anido y Arlegui. En la madrugada del 10 de noviembre de 1924 asistió a la celda de Juan Montejo y José Llacer, horas antes de ser ejecutados, condenados a raíz de los sucesos de Vera del Bidasoa y sus implicaciones en Barcelona. Pocos meses después forma pareja definitiva con Juanel, y tras su unión, se trasladan a vivir a Granollers, cerca de Barcelona. 

En la Dictadura de Primo de Rivera, muchos militantes anarquistas se ven obligados a marchar al exilio para escapar de la represión y en 1926 Juanel perseguido, junto a Lola, Aurora y el pequeño Helenio, nacido de su unión, cruzan a pie los Pirineos por Puigcerdà, posteriormente, la madre de Lola también lo haría en tren. Tras varios meses en diversos lugares, en noviembre se establecen en París hasta que Juanel es expulsado de Francia y conducido a la frontera con Bélgica. Finalmente con la caída de la Dictadura regresan a Barcelona a comienzos de 1930. En 1932 Juanel es detenido y encarcelado durante prácticamente todo ese año por lo que Lola ha de hacerse cargo en solitario del mantenimiento de los dos hijos pequeños y su madre. 

En 1933 Lola Iturbe irrumpe como articulista en el semanario Tierra y Libertad con el pseudónimo Kyralina (heroína de una obra de Panaït Istrati) con el que firmaría sus artículos, en otros también utilizaría el nombre de “Libertad”. También inicia en esta época su labor como oradora participando el 16 de noviembre de 1933, en un mitin organizado por Tierra y Libertad en nombre de la FAI junto a Francisco Ascaso, Buenaventura Durruti, Alejandro G. Gilabert, Vicente Pérez y Domingo Germinal, en un Palacio de Artes Decorativas de Barcelona al que acude una multitud, en el que comienza diciendo: 

He aquí un acto magnífico y emocionante, en cuyo esplendor y entusiasmo no podía faltar la voz de las mujeres obreras y anarquistas

En esta época apoyó los alzamientos revolucionarios de 1933 y de 1934. Además, la pareja acogió a una niña de los huelguistas de Zaragoza, dentro de la campaña de solidaridad que se inició de resultas de la Huelga General en Zaragoza. 

Pero una afección bronquial hacia finales de 1935 le llevó a trasladarse a Jumilla, pueblo natal de Juanel, donde convelece y se recupera de su enfermedad, lo que explicaría su distanciamiento inicial del proyecto editorial de Mujeres Libres 

Reportera en el frente

19 de julio de 1936. Lola es la redactora de las primeras octavillas que lanzan las avionetas sobre Barcelona, participa en la elaboración de Solidaridad Obrera en su primer número de 20 de julio de 1936, además de cuidar heridos en el sindicato del transporte terrestre y marítimo de la CNT improvisado como hospital de campaña. Caía Francisco Ascaso en cuya sangre aún fresca, Lola empapó un número de Tierra y Libertad que conservó durante meses. 

En los años bélicos ejerce como redactora en los frentes de lucha para Tierra y Libertad, Tiempos nuevos y Mujeres Libres actuando, además, como militante de la organización anarcofeminista de igual nombre. Después de los hechos mayo de 1937, formó parte en la Oficina Jurídica de CNT, desde donde intervino en la localización y puesta en libertad de varios presos de CNT y POUM retenidos en checas stalinistas. 

En el verano de 1938, Emma Goldman visitó el frente y distintas colectividades y Lola Iturbe la acompañaba en sus desplazamientos. Emma se referiría a ella como una “talentosa y ardiente feminista”. 

Exilio

El final de la guerra la cogió en Bellver de Cerdanya, convaleciente de una operación. La familia al completo excepto Juanel que se encontraba cerca de la Seu d’Urgell, cruzó la frontera por la Tour de Carol. Llegan a un refugio de Varilhes donde les facilitan ropa y comida, de ahí pasan a Nîmes, una vez Juanel logró salir del campo de Vernet. Posteriormente marchan a Aimargues y después a Montpellier. Su trabajo en la clandestinidad a favor de las ideas libertarias se ve afectado por las escisiones que marcan el movimiento libertario del exilio ya que se posicionan a favor de la creación de un frente único con otras fuerzas políticas antifranquistas. Lola Iturbe colaborará con publicaciones como España libre y afines y el 19 de noviembre de 1944 interviene en un mitin CNT-UGT celebrado en Montpellier. 

Tras la liberación, la familia marcha a Toulouse. En 1946, Juanel pasa la frontera para reorganizar a la CNT en el interior, aunque a las pocas semanas es detenido y condenado a 7 años de prisión. En esos años de angustiosa espera, Lola trabaja intensamente en su antigua profesión, hasta que finalmente es puesto en libertad y pueden reunirse en Toulouse donde residirán hasta su retorno a Barcelona. 

El 8 de noviembre de 1975, durante la inauguración de la exposición «Sous le signe de l’Année Internationale de la Femme. Grande Exposition du Livre (français-espagnol)», celebrada en la Maison de l’Europe de Lyon, Lola Iturbe leyó la conferencia La mujer en la lucha social, que sería una sistematización de su pensamiento anarcofeminista. 

Con la muerte de Franco, la pareja retorna a España, estableciéndose en 1979 en el barrio de La Verneda de Barcelona. Tras la muerte de Juanel en 1984 se traslada a vivir con su hija Aurora a Gijón donde morirá el 5 de enero de 1990 aunque, por expreso deseo suyo, sus restos fueron trasladados a Cataluña, donde el 7 de enero fueron enterrados en el cementerio de Cerdanyola del Vallès, junto a su compañero Juanel. 

Recordando a la que siempre recordó

Sobre las mujeres que ofrendaron lo mejor de ellas mismas para tratar de mejorar la condición humana, y en particular las obreras, se ha escrito poco y son ellas las más merecedoras de admiración y de afecto y las confundo en abrazo fraterno con las que sufrieron persecuciones, torturas y muerte en la gran conmoción 1936-1939 y, en fin, con todas las que dieran sus energías en el combate, en las colectividades, en todos los lugares de trabajo, en las guarderías de niños y que, de una forma u otra, contribuyeron a sostener la lucha contra la opresión del régimen del general Franco.

Lola Iturbe “La mujer en la lucha social. La guerra civil de España”. 

Pese a ser prácticamente autodidacta, Lola Iturbe fue una articulista prolífica colaborando en mayor o menor medida en publicaciones como España Libre, Espoir, Faro de Játiva, La hora de la mañana, Mujeres Libres de Londres-Montady, Polémica, además de las ya citadas Tierra y Libertad, Tiempos Nuevos y Mujeres Libres. La temática de sus artículos es diversa, pero todos tienen en común la emoción y convicción particular que Lola imprimía a sus escritos, analítica y observadora pero sobretodo comprometida. 

De entre los diferentes temas abordados a lo largo de su extensa trayectoria como articulista en la prensa libertaria, sin duda su tema estrella fue la mujer. A través de artículos como la serie Mujeres heroicas (I, II y III aparecidos en Tierra y Libertad y Mujeres Libres, 1937) Nuestras luchadoras (Mujeres Libres, 1937), La mujer en el movimiento libertario español (España Libre, 1959), Las mujeres en aquel lejano julio (Asturias, 1956), Mujeres de la CNT en España (España Libre, 1966), y otros muchos, Lola realiza un trabajo de reconocimiento y visibilización imponente de la lucha de las mujeres libertarias. No teoriza sobre feminismo,sino que lo vivifica a través del ejemplo de todas esas mujeres que Lola tan bien se encargó de rescatar del olvido. 

La culminación de esta tarea de visibilización de la mujer libertaria viene con su único y valiosísimo libro publicado La mujer en la lucha social. La guerra civil en España (México, 1974, reeditado en Barcelona, 2004 y en Tenerife, 2006), en el que Lola rememora la vida y lucha de las primeras internacionalistas, así como la de sus contemporaneas, presentándose como un merecido homenaje, tan pocas veces rendido, a esa multitud de mujeres que se enfrentaron a algo más que al propio fascismo, rompiendo con el rol establecido. 

Lola Iturbe también es protagonista, junto a otras compañeras, del muy recomendable documental De toda la vida, realizado en 1986 por Lisa Berger y Carol Mazer, que también resulta un valioso trabajo de visibilización y reconocimiento del papel de las mujeres en el movimiento libertario. 

Con motivo del centenario de su nacimiento, Antonia Fontanillas y Sonya Torres editaron el libro Lola Iturbe. Vida e ideal de una luchadora anarquista, en el que se recoge parte de las memorias que la propia Lola Iturbe escribió además de una selección de artículos de la misma, resultando también un valioso y merecido homenaje para recordar a la que siempre recordó. 

http://www.alasbarricadas.org/ateneovirtual/index.php/Lola_Iturbe

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