BERLÍN | VARSOVIA.- Alemania y Polonia, entre otros países, han recordado con diversos actos a los millones de perseguidos y exterminados en campos de concentración por el nazismo.
El Día Internacional del Holocausto recuerda la liberación por tropas soviéticas, hace 62 años, del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, donde los nazis asesinaron entre 1940 y 1945 a cerca de dos millones de personas de unos 30 países, entre ellos 1,4 millones de judíos.
El Consejo Central Judío de Alemania alertó sobre el nuevo antisemitismo que representan corrientes como las que defiende el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que ha negado en reiteradas ocasiones “la persecución, la deportación y el exterminio masivo industrial de millones de judíos europeos”.
La organización instó al Gobierno de Angela Merkel y a la comunidad europea a no ceder ante Teherán y a no aceptar compromiso alguno en el conflicto sobre su plan nuclear, ya que es “una amenaza no sólo para Oriente Próximo, sino para todo el mundo”.
El Partido Socialdemócrata (SPD), por su parte, celebró un acto conmemorativo en Oranienburg, en las afueras de Berlín. El primer ministro de Brandeburgo, Matthias Platzeck, convocó a todos los integrantes de las fuerzas armadas alemanas a visitar los museos instalados en los antiguos campos para “recordar también a aquellos militares que se opusieron al nazismo o se negaron a participar en los planes belicistas y de extermino”.
También en los estadios de fútbol en los que se disputaron partidos de la Bundesliga se homenajeó a las víctimas. Conmemoración en Polonia
En Polonia, cientos de miles de personas colocaron velas encendidas en sus ventanas, después de que el principal diario del país, la ’Gazeta Wyborcza’, lanzara un llamamiento para recordar a los muertos de esta manera.
Una multitud recordó también así a los 200 soldados soviéticos que perdieron la vida en el combate por la liberación de Auschwitz-Birkenau.
Cuando comenzó la batalla, en el campo había todavía 9.000 presos, entre ellos 500 niños, enfermos y famélicos que los alemanes renunciaron a evacuar porque estaban seguros de que solo retrasarían el avance de las columnas de prisioneros. Los detenidos iban a ser liquidados, pero el violento ataque lanzado por los soldados soviéticos impidió el exterminio total.
No obstante, los nazis consiguieron asesinar a 700 de ellos, de los cuales 200 fueron quemados vivos en unas barracas próximas a una mina de carbón en la que trabajaban como esclavos.
Los alemanes trataron también de borrar las huellas de sus crímenes volando los crematorios I y II el 20 de enero de 1945, pocas horas antes de que los soldados soviéticos entraran en el número V.
El 27 de enero, antes del mediodía, los exploradores del I Ejército del Frente ucraniano entraron en el terreno y liberaron a unos 7.000 presos.
España, Israel y Hungría son otros de los países en los que se han llevado a cabo actos de conmemoración de los fallecidos y afectados por el horror nazi.
Agencias