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Las Sinsombrero: las mujeres de la generación del 27 que aún no recogen los libros de texto
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Infolibre/ José Carlos Huerta

Este agosto infoLibre recupera personajes y acontecimientos que, desde la sombra, han marcado la historia de España


https://www.infolibre.es/noticias/verano_libre/2017/08/18/las_sinsombrero_68651_1621.html

Mallo, Méndez, Manso, Santos, Zambrano… son sólo algunos de los nombres de estas artistas cuya memoria se ha recuperado solo en los últimos años

Este agosto infoLibre recupera personajes y acontecimientos que, desde la sombra, han marcado la historia de España

“Un día se nos ocurrió a Federico [García Lorca], a Dalí, a Margarita Manso (…) y a mí

quitarnos el sombrero porque decíamos ‘parece que estamos congestionando las ideas”

, relataba Maruja Mallo sobre un paseo por la madrileña Puerta del Sol entre 1923 y 1925.

“Nos apedrearon llamándonos de todo”

, contaba. Mallo forma parte de ese grupo de mujeres

aglutinadas bajo la etiqueta de “Las Sinombrero”

: las mujeres de la Generación del 27 a las que generalmente se ignora al hablar de este grupo de artistas.

Rafael Alberti, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Adolfo Salazar, Concha Méndez, Enrique Serrano, Arturo Serrano Plaja, María Teresa León, Pablo Suero y Manuel Altolaguirre.

Miembros de la Generación del 27. Entre ellos, Concha Méndez y María Teresa León.

Cortesía de Mirtha Mansilla y Alfonso López


El movimiento

sinsombrerista

era

sinónimo de transgresión con la sociedad y la moda de la época

, como señalaba Ramón Gómez de la Serna en

El Sol

en 1930. Aunque en su tiempo fue un movimiento que también compartían los hombres, hoy en día el término está asociado a estas creadoras transgresoras con su época. Y es que Mallo, Manso, la escultora y poeta Marga Gil Roësset, las escritoras Concha Méndez, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín y María Teresa León, la pintora Ángeles Santos, la filósofa María Zambrano, y la actriz Josefina de la Torre, además de artistas de vanguardia,

eran mujeres en los años veinte y treinta en España

.


La mayoría de estas mujeres del 27 estuvieron olvidadas y arrinconadas por la historia durante mucho tiempo, hasta que el proyecto transmedia de TVE


Las Sinsombrero


las puso de nuevo sobre la mesa, con el complemento del

libro homónimo

de una de sus directoras, Tània Balló.

Maruja Mallo, fotografía extraída del libro Gran Enciclopedia Argentina.

Maruja Mallo, fotografía extraída del libro Gran Enciclopedia Argentina.

Ana María Gómez Mallo (1902-1995), más conocida como

Maruja Mallo

, fue una pintora surrealista cuya obra

forma parte actualmente del Museo Reina Sofía

. Coincidió durante unos años con Dalí, Lorca y otros artistas en Madrid, y todos se influenciaron entre sí. También mantuvo una relación con Rafael Alberti, que acabó de manera tormentosa. Tras la Guerra Civil se ve obligada a marchar al exilio

en Argentina, donde alcanza bastante reconocimiento

, haciendo varias exposiciones. Ya en 1962 vuelve a España, donde es prácticamente una desconocida, pero continúa con su actividad pictórica casi hasta su muerte.


Margarita Manso

(1908-1960) nació en Valladolid, pero su familia pronto se trasladó a Madrid, donde ella asistió a la Academia de San Fernando. Allí conoció a Mallo, con quien mantendría una larga amistad. Las dos pintoras mantuvieron,

junto con Lorca y


Dalí

, una postura transgresora con su tiempo, como el ya mencionado acto en la Puerta del Sol, o que Mallo y ella se disfrazaran de hombres para poder entrar a visitar el monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos). La vida artística de Manso

quedaría en suspenso tras su noviazgo

y posterior matrimonio con Alfonso Ponce de León, pintor vanguardista y falangista que fue asesinado en 1936. Después participaría en el diseño de la revista falangista

Vértice

, y se casaría de nuevo con Enrique Conde Gargollo.

La poeta y escultora

Marga Gil Roësset

(1908-1932) llama la atención inicialmente por la temprana fecha de su muerte: se suicidó con solo 24 años, según parece por su amor imposible

con Juan Ramón Jiménez

. Pero Gil Roësset fue

ante todo una artista

, conocida principalmente por su

escultura vanguardista

, aunque también se dedicó a la escritura y realizó ilustraciones para los cuentos de su hermana Consuelo.


Concha Méndez

(1898-1986) fue poeta. Aunque decir eso


quizá sea quedarse corto, ya que fue también

dramaturga, guionista, editora, impresora

, vendedora de libros “y un sin fin de cosas más”, como recuerda el libro de Balló.  Vivió en el exilio en Francia, y posteriormente en México, donde moriría. Su obra poética puede leerse hoy en la

antología

Poemas 1926-1986




publicada en 1995 por el sello Hiperión.


Ángeles Santos

(1911-2013) es la más joven de este grupo de artistas, y fue amiga también de Concha Méndez. Pintora y artista gráfica de vanguardia, empezó sus andanzas artísticas con el surrealismo, y con


solo 16 años

el Ateneo de Valladolid le dedicaba una exposición

. Santos llegaría a exponer en el pabellón español de la Bienal de Venecia en 1936, aunque las duras críticas a su estilo, la Guerra Civil y el nacimiento de su hijo harán que su obra pase a ser más convencional y costumbrista. Su obra temprana forma también parte

de la colección del Reina Sofía

.


María Teresa León

(1903-1988) fue una escritora, poeta y activista que, como muchos de sus contemporáneos, acabó en el exilio. A los 14 años ya rompió una de las convenciones sociales de la época: a esa edad las mujeres dejaban de estudiar, pero ella insistió hasta

lograr licenciarse en Filosofía y Letras

. Además de ser

transgresora en su obra

, lo fue también socialmente: se separó de su marido, Gonzalo de Sebastián Alfaro, en 1922, pero, chantajeada por él con no poder ver al hijo de ambos, acaba regresando. Rompería definitivamente con él en 1928. Será pareja de Alberti, con el que acabará casándose en 1932 y pasando el resto de su vida. Seguirá escribiendo —publicó hasta 20 libros—, aunque a partir del exilio de ambos en Argentina León se dedicará intensamente a la obra de su marido.


Rosa Chacel

(1898-1994) y

Ernestina de Champourcín

(1905-1999) tuvieron destinos similares. Chacel estudiaría en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, colaboraría con las revistas Ultra y Revista de Occidente y escribiría

narrativa, poesía y una nutrida colección de diarios

. De Champourcín acudiría a la Escuela Libre, aunque renunciaría a la universidad. Formaría parte del Lyceum Club Femenino y abandonaría la novela para dedicarse

casi exclusivamente a la poesía

. Ambas escritoras y poetas, tuvieron que

marchar al exilio por su cercanía ideológica con la República

. Chacel marchó a Brasil, donde tuvo sus años más prolíficos como escritora, y De Champourcín a México; y ambas acabaron regresando a España: Chacel en 1973 y De Champourcín en 1972.


Josefina de la Torre

(1907-2002) fue

cineasta,

poeta

y cantante, entre otras cosas

. Fue una de las pocas de su generación que no marchó al exilio tras la Guerra Civil, y permaneció en España trabajando en el cine —dobló a Marlene Dietrich— inicialmente, aunque acabó consagrándose casi por completo al teatro, en el que llegó a ser primera actriz del María Guerrero. Una de sus últimas actuaciones, y la más conocida, fue en la serie de TVE

Anillos de oro

.


María Zambrano

(1904-1991) es la creadora con más reconocimiento del grupo, la que logró en 1981 el

Premio Príncipe de Asturias

y en 1988 el

Premio Cervantes

. Filósofa, pensadora y ensayista, también tuvo que marchar al exilio, del que solo regresaría en 1984. A diferencia del resto de sus contemporáneas, Zambrano fue ampliamente reconocida tras su regreso a España.

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