el asombrario/Rubén Caravaca Fernández
El historiador Ferran Aisa habla de su libro sobre la radio de la CNT.
http://elasombrario.com/radio-de-la-cnt-revolucion/
Ferran Aisa
es uno de los mayores
historiadores de la Cataluña y la Barcelona
contemporáneas. Premio Ciudad de Barcelona de Historia,
documentalista, profesor, guionista
y autor de muchos libros, entre ellos ‘La cultura anarquista a Catalunya; contrarevolució’ o ‘Viaje por España franquista (1969-1970)’. Hablamos con él por su nuevo libro,
‘ECN1 Radio CNT FAI Barcelona. La voz de la revolución’
y la propagación de las ideas libertarias, un episodio a menudo
ocultado por el ‘relato oficial’ de la Guerra Civil.
Aisa acaba de publicar
ECN1 Radio CNT FAI Barcelona. La voz de la revolución
(
Ed. EntreAmbos
), un recorrido por la historia de la emisora que surge por la necesidad de comunicar al mundo la gesta que se ha producido en la capital catalana el 19 de julio, propagar las ideas libertarias y llevar el entusiasmo tanto a los milicianos que luchan en el frente como a los militantes y la población en general que está en la retaguardia y, a través, de las lenguas extranjeras la voz de la Revolución a todos los confines del planeta. Son casi 750 páginas divididas en dos partes: la primera dando vida a la historia de la emisora; la segunda para dar voz a los que intervinieron en la misma, con alocuciones, entrevistas, reportajes y conferencias, tanto de personalidades españoles como foráneas de paso por Barcelona o solidarizadas con un proceso único. Muestra documental histórica nunca antes compilada por escrito.
El alzamiento fascista fue derrotado en Barcelona por las fuerzas populares, encabezadas por los anarcosindicalistas. El movimiento tuvo tanta fuerza que podía haber desarrollado su ideario libertario en la ciudad; a pesar de ello, decidieron pactar con la Generalitat y con el Frente Popular formando parte de los diferentes gobiernos (locales, autonómicos y nacionales). Mientras tanto, los obreros tomaron fábricas y empresas para autogestionarlas, así como los servicios a la comunidad (transporte, agua, luz, gas, espectáculos, etc…).
Una revolución impulsada por la CNT-FAI, el POUM y secundada por la UGT que no interesaba que triunfase y que tuvo entre sus principales enemigos a comunistas, catalanistas radicales, fuerzas republicanas, socialistas, la mayoría de las naciones capitalistas y principalmente a la URSS, y cuyo resultado fue el fracaso. Quizás por ello esta parte de nuestra historia ha sido silenciada por la historiografía y los historiadores oficiales de la Universidad. El anarquismo y su obra constructiva solo quedó bajo el amparo de algunos historiadores extranjeros que estudiaban con romanticismo la etapa revolucionaria de la Guerra Civil española. De todo ello conversamos con el autor de un libro indispensable para aproximarnos a aquellos acontecimientos.
¿Qué lleva a publicar ‘ECN1 Radio CNT-FAI Barcelona. La voz de la revolución’?
Mientras realizaba mis anteriores investigaciones sobre el movimiento anarcosindicalista y libertario en general, siempre me encontraba en los periódicos al lado de la cartelera de los cines y teatro la programación de las emisoras de radio, entre las cuales estaba la llamada ECN 1 Radio CNT-FAI Barcelona.
¿Cuáles eran sus objetivos?
Los principales era difundir comunicados confederales tanto de los comités como de los sindicatos, informar de lo acaecido en los frentes o en la retaguardia, formar a través de la participación de destacados intelectuales libertarios o de profesores de la Escuela de Militantes, dar la voz a los distintos colectivos u organizaciones, ya fuesen representantes de empresa colectivizadas, miembros de las milicias, de las Juventudes Libertarias o de Mujeres Libres. También se recogía las alocuciones, bien desde la misma emisora o bien en mítines y conferencias de los más destacados líderes de la CNT-FAI. Otro de los objetivos de la emisora era entretener a los radioyentes a través de programas sobre curiosidades cotidianas locales, narraciones de historia, recitales poéticos o emisiones musicales.
¿Y sus animadores?
El principal animador era el periodista Jacinto Toryho, secretario de las Oficinas de Propaganda, director de Solidaridad Obrera y de la emisora confederal. Luego, entre el elenco de locutores, estaban Ada Martí, Joaquín Montero, Jaime R. Magriñá y la mayoría de redactores de la Soli (Carlos Sirval, Francisco Pellicer, Jaime Balius, etc). Y como colaboradores específicos Joan Puig Elias, Joan P. Fàbregas, Alberto Carsí, Félix Martí Ibáñez, Mercedes Comaposada, Violeta Baget, Gonzalo de Reparaz, Federico Urales, Lucía Sánchez Saornil, etc. También colaboraban diversos militantes anarquistas extranjeros que retransmitían partes u opiniones en su propia lengua, como Emma Goldman, Camilo Berneri, Sebastien Faure, Gaston Leval y muchos otros.
¿Había más emisoras impulsadas por partidos y sindicatos?
A partir de septiembre de 1936 se pusieron en funcionamiento otras emisoras como la del PCE o la UGT en Madrid y en Barcelona la del POUM, el PSUC y la ERC. Pero de todas ellas, la más potente era la de la CNT-FAI, que emitía en onda corta y extracorta y por tanto sus ondas llegaban a toda la península ibérica, Europa, América y Norte de África.
¿Cuál era el momento de la radiodifusión en aquellos momentos?
La radiodifusión en España era reciente; la primera emisora había entrado en funcionamiento en 1924, pero en poco tiempo fue adquiriendo gran notoriedad e interés, y eso fue el inicio de la industria radiofónica. Antes del inicio de la guerra existían en España 67 emisoras y un total de unos 300.000 aparatos, pero en 1936 se calcula que ya había cerca de un millón de receptores de radio. En Catalunya destacaban EAJ 1 Radio Barcelona, la decana de las emisoras españolas, y Ràdio Associació de Catalunya, que sólo emitía en catalán. Existían otras emisoras en Lérida, Tarragona, Sabadell, Badalona… En España la principal era Radio España Madrid, que fue la impulsora de la creación de la Unión Radio (antecedente de la cadena SER), de la cual formaban parte Radio Barcelona, Radio Cádiz, Estación Castilla, Radio Club Sevilla, Radio San Sebastián, Radio Valencia…
¿La radio como herramienta de propaganda o pedagógica?
Las radios ideológicas o políticas usaban la emisora con fines propagandísticos, pero sobre todo en el caso confederal, como puede verse por las alocuciones seleccionadas en el libro, era en gran parte cultural y pedagógico. Por ejemplo, en Radio CNT-FAI se hablaba de temas como el feminismo, la sexualidad, la educación del niño, la economía, la sanidad, el urbanismo, la ciencia, las nuevas técnicas, la astronomía, la historia del movimiento obrero, el arte, la literatura revolucionaria, etc. Por la emisora pasaron o hablaron desde sus micrófonos los principales personajes confederales: Marianet, Federica Montseny, Durruti, García Oliver, Joan Peiró, Combina, Abad de Santillán, Juan López, Pere Herrera, Manuel Muñoz Díez… La mayoría de ellos, responsables no sólo de los comités cenetistas y faiostas, sino representantes del gobierno de la República, de la Generalitat o del Ayuntamiento de Barcelona.
¿Guerra también en las ondas?
La guerra estaba presente en las ondas. Su misión en este sentido bélico era retransmitir la sensación de optimismo y eliminar de sus contenidos todo lo que fuese derrotismo. En este sentido se intentaba llegar a la otra zona enemiga para mostrar la solidaridad con el pueblo oprimido y mostrar las ansias de libertad de quienes luchaban contra el fascismo. La radio confederal recogía la voz de intelectuales destacados de paso por Barcelona como John Dos Passos, Erwin Piscator, Thomas Mann, H. G. Wells…
¿Qué diferencias había entre las emisoras fascistas y las republicanas?
La diferencia era notable en el sentido que las emisoras de la España fascista mantenían una censura voraz y sus locutores y personajes que hablaban por las ondas mostraban un lenguaje bélico, como es el caso de Radio Sevilla con las alocuciones del general Queipo de Llano.
¿Cómo fue y qué nivel alcanzó la represión contra las emisoras anarquistas?
El gobierno de la República, después de los Hechos de Mayo de 1937, quiso controlar a través de una regia censura todo lo que se publicaba en la prensa y, naturalmente, lo que se emitía a través de las ondas. La prensa parecía más fácil de controlar con la censura previa o las tachaduras
in situ
en las informaciones o artículos de opinión. En cambio, las emisoras eran más complicadas de controlar, por eso decidieron cerrar las denominadas políticas o sindicales. Las otras, es decir, las llamadas comerciales, quedaban bajo la égida de la República, como fue el caso de las que pertenecían a Unión Radio. La otra emisora que había en Barcelona, Ràdio Associacio de Catalunya, ya era controlada desde el inicio de la guerra por la Generalitat de Catalunya.
¿Qué emisoras más la padecieron?
El gobierno republicano, a mitad de junio de 1937, cerró las emisoras políticas de Catalunya: Radio CNT-FAI, Radio POUM, Radio PSUC, Radio ERC. Posteriormente, también dejaron de emitir las emisoras Radio PCE y Radio UGT. Quedando tan sólo permitidas las emisoras que ya existían antes de la guerra.
¿Los acontecimientos de mayo del 37 fueron la justificación o había otros motivos para una censura como la que se implantó, tan alejada de los principios republicanos?
Los Hechos de Mayo influyeron notablemente es esas decisiones del nuevo gobierno republicano presidido por Negrín, en que ya no había ningún miembro de la CNT-FAI. Por otro lado, los acontecimientos de mayo fueron también la excusa para acabar con el poder de la Generalitat de Catalunya. En realidad, era la vuelta hacia atrás que estaba haciendo el gobierno republicano. Con el control de los medios de comunicación, la creación del Ejército Republicano en lugar de Milicias Populares, la potenciación de la Policía republicana en lugar de las Patrullas de Control o la intervención de la Generalitat de Catalunya suprimiendo las consejerías de Defensa y de Interior, haciéndose cargo de la Industria de Guerra y recuperando el control de las fronteras y las aduanas.
Parte fundamental de tu libro es la reproducción de un buen número de las alocuciones difundidas desde sus ondas, ¿cómo fue el proceso para su recopilación?, ¿cuáles destacarías?, ¿se puede acceder a ellas?
En este libro he querido dar la voz directamente a los protagonistas de aquella revolución que, muchas veces antes e incluso ahora, ha sido ninguneada. Leyendo las elocuciones pueden entenderse muchas de las cosas que pasaron en aquellos trágicos días en que una guerra acabó con las esperanzas de una gran parte del pueblo español de vivir en una sociedad mucho más libre y socialmente avanzada. La Oficina de Propaganda de la CNT-FAI cuidaba que las alocuciones y principales intervenciones emitidas por la radio no se perdieran en el éter, por tanto, disponían de taquígrafas que recogían el texto y mecanógrafas que lo pasaban a máquina. Luego, según el interés, se publicaban en el Boletín CNT-AIT-FAI o en hojas sueltas, y, a través de la agencia de noticias confederal, se pasaban a los periódicos para su publicación. De esta manera han llegado hasta nosotros las alocuciones radiadas, principalmente porque fueron publicadas en
Solidaridad Obrera
, pero también en periódicos como
Treball, La Batalla, La Vanguardia, El Diluvio, Las Noticias
, etc. También se hicieron ediciones publicadas en folletos de las conferencias radiadas celebrada en el Cine Coliseum de Barcelona.
La mayoría de ellas son interesantes, pero destacaría la de Jacinto Toryho de rabiosa actualidad sobre el problema de Catalunya, los discursos de Durruti (incluido el último que dio tres días antes de su muerte), los de Emma Goldman o por ejemplo el de Camilo Berneri hablando de la muerte de Gramsci unos días antes de ser él mismo asesinado en Barcelona.
Este año se cumplen 50 años de la muerte de León Felipe, ¿censurado en la emisora?
La censura sobre el acto de León Felipe tiene que ver con la decisión del Comité de Censura de Guerra que leyó la conferencia del poeta antes de ser leída en público y vio que era una crítica feroz contra la falta de unión de las fuerzas republicanas. Y las rencillas que se habían producido entre comunistas y anarquistas tras la caída de Málaga. La falta de entusiasmo y más bien el pesimismo ante la victoria republicana fue el motivo de la suspensión de la radiación de la conferencia. Pero ésta no fue suspendida, al contrario, su alocución fue seguida con interés por el enorme público que llenaba el Cine Coliseum. Por otro lado, las Oficinas de Propaganda de la CNT-FAI publicaron la conferencia en
Solidaridad Obrera
y, poco después, salió publicada en un folleto bajo el signo de la CNT-FAI de Valencia.
¿Cuál crees que es el motivo, como muchas de otras realidades alejadas del relato ‘oficial’, para que las mismas tengan nulo o escaso reconocimiento y/o difusión?
La CNT y la FAI fueron, junto al POUM, las grandes derrotadas de la guerra. El POUM ya fue ilegalizado por la República, su periódico cerrado y sus principales dirigentes perseguidos, detenidos, secuestrados y asesinados, como es el caso de Andreu Nin. La CNT-FAI es un caso diferente, pues su fuerza era muy superior a los poumistas e incluso a los comunistas. Hemos de tener en cuenta que cuando se inicia la guerra y la revolución en julio de 1936, la CNT tenía más de medio millón de afiliados tan sólo en Cataluña. Ningunear esta fuerza y sus realizaciones ha sido una tónica de la historiografía
oficial
de la guerra de España. Pero las colectivizaciones industriales o las agrícolas existieron, como también fue real la proclamación del comunismo libertario en muchos pueblos de Aragón. Realidades que la emisora y prensa confederal recogían.
¿Qué emisoras actuales podrían tener cierta semejanza / paralelismo con aquellas?
La radiodifusión, como la comunicación, ha sufrido muchos cambios en los últimos 80 años. Hoy la mayoría de emisoras (como entonces) son comerciales o de entes económicos o religiosos. Quedan las llamadas radios libres, como han sido en Barcelona Radio Pica o Contrabanda o en Valencia Radio Klara. Pero, en general, las emisoras actualmente disponen de muchos medios para poder hacer si quisieran una radio al servicio de la sociedad.