Aún hoy continúan estando vigentes las previsiones del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, aprobado en el año 1996 por Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, entonces presidida por el actual Alcalde de la ciudad Alberto Ruiz-Gallardón, que prevén la construcción de 1.300 viviendas. Como consecuencia de la lucha vecinal el Ministerio y el Ayuntamiento se han visto obligados a ceder parte de sus intenciones iniciales suscribiendo un protocolo de intenciones por el cual se reduce a la mitad el número de viviendas previstas, de 1.300 a 650, y se incrementa la superficie dotacional para permitir la construcción del hospital reclamado por los vecinos durante tantos años.
Pero los vecinos no aceptan que se especule con un solo metro cuadrado de los terrenos de la cárcel, ni que el hospital prometido recientemente sea de gestión privada, ni que éste tenga una superficie muy inferior al nuevo hospital de gestión privada de Majadahonda (siendo similar el número de habitantes asignados a ambos hospitales), ni tampoco que el resto de suelo se destine a dependencias penitenciarias, como la escuela de penitenciaria, la brigada de extranjería o el Centro de Internamiento de Extranjeros que ya existe en la actualidad, ni que se borre completamente el recuerdo de la cárcel de Carabanchel que representa la cara más dura de la represión franquista. Por ese motivo los vecinos han intensificado su lucha durante los últimos meses para conseguir que la totalidad de los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel sean destinados a cubrir la carencia de equipamientos y servicios sociales que padecen los distritos de Carabanchel y Latina, salvo una parte de la antigua cárcel que debería albergar un museo destinado a la memoria histórica del franquismo.
La Cárcel de Carabanchel encierra entre sus muros un alto valor simbólico por tratarse del punto neurálgico de la represión franquista, ya que entre sus rejas se encarceló, vejó, torturó y asesinó a miles de presos, por sus ideas políticas o sindicales, por sus preferencias sexuales o víctimas en general de un régimen fascista. Por este motivo la recientemente creada Plataforma por un centro para la Paz y la Memoria en la antigua Cárcel de Carabanchel, integrada por asociaciones vecinales, organizaciones de defensa de la memoria histórica de la lucha antifranquista y personas de diversos ámbitos sociales y culturales, ha reclamado en los últimos meses la creación de un centro para la paz y la memoria en parte del edificio de la antigua Cárcel que sirviese de homenaje a las personas que padecieron las represión franquista albergando un “centro histórico-cultural que permita, entre otras cosas, la revitalización cultural de la zona, ayudando a devolverle parte de la dignidad que perdió en épocas anteriores, donde el barrio tan sólo fue sinónimo de represión y no de inquietud histórica, cultural e intelectual”
Esta propuesta ha suscitado un verdadero clamor desde diferentes ámbitos sociales y culturales, destacando por su significación el apoyo de actores, escritores y personalidades destacadas de la cultura, del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid o del Defensor del Pueblo, además de otros muchos colectivos sociales y personas a título individual.
La respuesta de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio de Interior, ante el clamor popular que exigía la construcción de un centro por la memoria en la antigua cárcel de Carabanchel, ha sido acelerar los trabajos de demolición, contando para ello con la ayuda del Ayuntamiento de Madrid que ha concedido la licencia de demolición en un tiempo muy inferior al que necesita un particular para obtener cualquier otro tipo de licencia.
La actuación del Ministerio del Interior ha ido dirigida a destruir cuanto antes la cúpula de la cárcel, espacio que precisamente reivindicaban los vecinos para la ubicación del Museo por la Memoria. El pasado día 18 de octubre, menos de veinte días después de la concesión de la licencia de demolición se procedió al vallado de todo el recinto ; la madrugada del día 22 se da inicio a los trabajos de demolición, quedando completamente derribada una galería el día 24, e iniciándose esa misma noche la demolición de la cúpula ; el día siguiente, sábado 25 y también de noche, continúan los trabajos en la cúpula, derrumbándose parcialmente la cubierta mientras las maquinas trabajaban en los pilares.
Estas actuaciones se han llevado a cabo incumpliendo el Plan de Obra que preveía que los trabajos de demolición deberían ejecutarse entre las 8.00 y 18.00 horas de lunes a viernes, y que establecía un plazo de un mes para acometer los trabajos preparatorios previos a la demolición (retirada de residuos contaminantes como amianto, telas asfálticas, tuberías, etc, preparación de servicios e infraestructuras necesarias, etc.). La precipitación por eliminar el principal obstáculo a los planes especulativos del Ministerio, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, ha puesto en un grave peligro además la salud, e incluso la vida, de los trabajadores.
Instituciones Penitenciarias explicó en un comunicado que el derrumbe de la cúpula estaba previsto y controlado. Pero esa explicación se contradice con los hechos : la cúpula se derrumbó sobre la máquina que trabajaba bajo ella según se aprecia en la grabación realizada por un videoaficionado ; minutos después del derrumbe llegaron a la cárcel numerosas patrullas de policía, camiones de bomberos y ambulancias ; los trabajos fueron paralizados inmediatamente después del derrumbe y no se reiniciaron hasta el lunes siguiente en que fueron reiniciados ; desde el derrumbe no se ha vuelto a trabajar sobre la cúpula sino en las restantes galerías que la rodean y que una vez demolidas permitirán a las máquinas trabajar en la cúpula desde el exterior y no desde el interior como hacían en el momento del derrumbe.
Hoy podemos conocer cómo se derribó la cúpula de la antigua cárcel de Carabanchel gracias a los vecinos, que no la quisieron dejar sola y estuvieren observando el proceso de demolición acampados junto a la cárcel durante todo el fin de semana.
Las explicaciones de Instituciones Penitenciarias tienen escasa, o más bien ninguna credibilidad, recordando la gestión de la demolición de la cárcel de Carabanchel a la que en su día sentó las bases del fin del gobierno del Partido Popular : las manipulaciones sobre los efectos del Prestige y sus “hilillos de chapapote”, la guerra de Irak y el 11-M.
Pese a todo los vecinos no se rinden y ya han anunciado que continuarán con la lucha para que alguna parte de la cárcel se destine a Museo por la Memoria, e impedir que se construyan viviendas en sus terrenos. Al fin y al cabo, como ellos dicen, lo único que ha conseguido enterrar el Gobierno del PSOE con la demolición de la cúpula es su dignidad, y no la memoria del golpe militar y posterior genocidio franquista, que hoy más que nunca resuena en nuestros oídos. De momento han convocado una manifestación para el próximo día 8 de noviembre, que partirá a las 12.00 h desde el Distrito de Latina (c/ Valmojado esquina con C/ Illescas), y desde Carabanchel (Metro Carabanchel-Hospital Gómez Ulla), y terminará en la puerta principal de la cárcel.
Más información :
http://salvemoscarabanchel.blogspot.com/
