En un contexto de democracia y de progresiva sustitución de motivos franquistas, resulta irritante que la denominación de un espacio público quede sometida a un compromiso personal del señor Belloch. Si a esto añadimos que el nuevo nombre de esa vía tomaría el del fundador del Opus Dei, la actuación del edil es aún más reprobable, pues el señor Belloch debería conocer que la figura de Escrivá de Balaguer dista mucho de ser un representante de la defensa de los derechos humanos.
Esta decisión unilateral y que pone de manifiesto el desprecio del alcalde de Zaragoza a asociaciones como la nuestra, sólo encuentra su coherencia en la reiterada inquina que el señor Belloch ha mostrado hacia el laicismo, confundiendo gravemente el terreno privado con el de primer representante de la ciudadanía de Zaragoza.
Por tanto, desde la ARMHA exigimos se paralice la elección de José María Escrivá de Balaguer para dar nombre a una calle de Zaragoza y nos sumamos a otros colectivos en la tarea de paralizar esta imposición caciquil propia de la derecha más oscura y arcaica.
P.-S.
Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón (ARMHA)