Mugalari/ Iban Gorriti
‘La Inma’ es la mayor de las cuatro hermanas del, como dicen en Catalunya, ‘el Salvador’. Ayer se cumplieron 42 años de la ejecución por parte del aparato dictatorial español de uno de los mayores iconos de la lucha antifascista. La en curso querella contra el franquismo crea esperanzas de verdad, reparación y justicia.
Inma Puig Antich habla alto y claro. Junto con sus luchadoras hermanas siente añoranza, impotencia, tristeza y rabia cuando a modo de ‘deja vu’ llega el 2 de marzo, día que los de Franco ejecutaron a garrote vil a su hermano, anarquista de 24 años poco tiempo después de que ETA matara a Carrero Blanco.
¿Qué sienten cuando llega un nuevo 2 de marzo?
Cada 2 de marzo, desde 1974, sentimos una mezcla de añoranza, impotencia, tristeza… y mucha rabia.
¿Creen que el día en el que la justicia penal española repare la figura de su hermano, su familia y resto de víctimas del terrorismo franquista acabará el episodio que alguien denominó ‘Transición’?
Lo que se vino en denominar ‘Transición’ parece algo que pasó hace muchos años. Nosotras la vivimos como un pacto de silencio que acordaron las instancias que se auto-llamaban democráticas. Si algún día se reparara el daño que causó el franquismo tal vez la democracia conseguiría una autenticidad que ahora no tiene.
Muchos conocen la fatalidad de su hermano por el largometraje ‘Salvador’. “No es una película, es la realidad”, acotan ustedes.
La película ‘Salvador’, aunque tiene momentos de ficción cinematográfica, tiene muchos elementos absolutamente fieles a la realidad.
Lamentan que cuando fueron a asesinar a su hermano, los franquistas lo hicieron vestidos de gala y con guantes blancos. ¿Se consigue superar esa imagen, esa actitud?
¡Jamás!
¿Su hermano fue víctima del franquismo, pero se sintió también víctima indirecta de ETA tras el asesinato de Carrero Blanco? “Esa bomba también me ha matado a mí”, espeta Brühl en la película.
Después del atentado a Carrero Blanco, en cuanto pudimos ver a Salvador, éste nos dijo esta frase. Sí, fue una cabeza de turco: lamentablemente estaba en el momento y en el lugar adecuado y el régimen no tuvo piedad. De todas formas, Salvador nunca quiso sentirse mártir de nada.
¿Por reivindicar la figura de su hermano han sufrido en democracia alguna amenaza o encontronazo?
Alguna vez recibimos mensajes escritos o telefónicos ofensivos por parte de personas desconocidas que nunca dieron la cara.
El MIL trataba de obtener dinero para una serie de publicaciones. Hasta ahí su hermano estaba de acuerdo con la lucha, sin embargo, tengo entendido que le costó empuñar un arma…
La lucha que el MIL pretendía llevar a cabo comportaba la utilización de las armas. Esta fue una de las causas por las que Salvador dudó mucho y sufrió una fuerte crisis personal antes de lanzarse a la acción. Una vez se decidió, lo asumió plenamente hasta sus últimas consecuencias.
¿Creen que con esta monarquía dictada por el franquismo se puede llegar a la verdad y a la reparación de aquel terrorismo de Estado?
¿Si no lo han hecho hasta ahora, por qué tendrían que hacerlo en el futuro?
Según tengo entendido el suegro de Gallardón, el entonces ministro José Utrera Molina, fue quien firmó las dos penas de muerte. ¿De algún modo siguen gobernando los mismos?
La clase franquista dominante en los últimos años de la dictadura ha conseguido mantener mucho poder hasta hoy. Muchos nombres se repiten, los herederos del franquismo continúan en estos momentos.
¿Confían en lograr algo positivo, esperanzador, de la Querella contra el franquismo con la jueza argentina que está en marcha?
La esperanza es lo último que se pierde y no la hemos perdido. En el caso del proceso iniciado por la jueza argentina, creemos que hay posibilidades de éxito.