historiadecasasviejas
Salustiano Gutiérrez Baena
http://historiacasasviejas.blogspot.com.es/2016/09/homenaje-maria-silva-cruz-la-libertaria.html
Fue fusilada un 24 de agosto de 1936 y sus restos arrojados a una fosa común que aún no ha sido identificada.
El 24 de agosto la asociación Iniciativas Benalupenses organizó un evento homenaje a María Silva Cruz “La Libertaria” coincidiendo con el 80 aniversario de su asesinato. El día anterior, el 23, se cumplieron los mismos años del fusilamiento de otro casaviejeño, Francisco Fernández Guerra de la Vega. Este blog ha respetado sus vacaciones y por eso el primer día que trabaja lo utiliza para reflexionar sobre tal acontecimiento.
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Analicemos lo que desde nuestra perspectiva consideramos positivo. En primer lugar, sin duda, el mérito de la iniciativa de Iniciativas (valga la redundancia) que contando con muy pocos medios, sin apoyos y con algún que otro obstáculo (…) ha conseguido montar una actividad de gran dignidad y enorme significado.
En segundo lugar destacamos a los participantes, más de los que pensábamos y pensaban: además de miembros de la asociación, hicieron acto de presencia familiares de María Silva (San José del Valle y San Fernando) y de otras víctimas de la represión de Sevilla y Paterna; gente del mundo sociológico ácrata pero sobre todo, gran novedad, asistieron muchos casaviejeños, más de los que suelen hallarse en este tipo de eventos (todo un placer contemplar concurrencia tan entregada e interesada).
En tercer lugar me gustaría destacar la asistencia de concejales de las tres fuerzas políticas representadas en el Ayuntamiento (PSOE, PP e IU. Felicitarlos por su comparecencia ya que no suele ser habitual en todos los casos.
En cuarto lugar analizaremos (desde nuestra perspectiva) las intervenciones: Alfonso Herrera y Antonio Cruz lo hicieron en nombre de la asociación organizadora, María José (nos quedamos esperando la cita de Churchill) y Janet desglosaron una breve semblanza sobre el rol histórico de la mujer. Terminaron el turno de intervenciones previstas (más o menos) los historiadores José Luis Gutiérrez (luego nos referiremos a sus palabras) y Frank Mintz (todo un lujo contar con su presencia teniendo en cuenta que optó por Casas Viejas rehusando intervenir en los actos organizados en París relacionados con la entrada de “La Nueve” en la capital francesa a fines de la Segunda Guerra Mundial). Es muy significativo este coste de oportunidad del historiador galo-argentino de origen judío ruso. Me parece que no podremos valorar lo suficiente tal gesto pero ya se sabe que la ignorancia es muy atrevida.
Aunque hubo cierta improvisación, nos sorprendimos de lo valiosas y buenas que resultaron las intervenciones (como dejó escrito Enrique Malatesta
“La anarquía es la máxima expresión del orden”).
Pero lo mejor estaba por venir. Antonio Cruz ofreció el micrófono a la concurrencia, en primer lugar a la familia de María Silva y tomó la palabra Rosa Pérez Gil, hija de Juan Pérez Silva (al que tanto echamos en falta y recordamos) que, como no podía ser de otra forma, habló sobre su familia y sobre la dificultad de la recuperación de su historia, memoria y dignidad.
“La anarquía es la máxima expresión del orden”).
Pero lo mejor estaba por venir. Antonio Cruz ofreció el micrófono a la concurrencia, en primer lugar a la familia de María Silva y tomó la palabra Rosa Pérez Gil, hija de Juan Pérez Silva (al que tanto echamos en falta y recordamos) que, como no podía ser de otra forma, habló sobre su familia y sobre la dificultad de la recuperación de su historia, memoria y dignidad.
Le siguió Paco Cuevas como representante de la CNT de Jerez, él recordó que esta organización además de pasado tenía presente (esa tarde asistirían a un acto reivindicativo). Luego Antonio García Jiménez leyó un poema escrito por una persona de Arahal sobre Casas Viejas titulado “Bajo un sol republicano” que había sido represaliado por su ideología proizquierdista. Cerró el turno de intervenciones Juan Luis Vega, de Paterna. Nos puso a todos la carne de gallina contándonos su lucha por la recuperación de la dignidad de su familia, reprimida y represaliada en la Guerra Civil y durante el franquismo. Posteriormente se descubrió un azulejo alusivo al 80 aniversario de la muerte de María Silva y se depositaron varias coronas de flores (curiosamente, o no, en la pared de Antonia Lago Estudillo, hermana e hija de Manuela y Fernando Lago, ambos asesinados en Los Sucesos; Manuela era íntima amiga de María y encontró la muerte porque fue a la casa de esta a intercambiar novelas).
Luego nos trasladamos a la plaza de Casas Viejas para homenajear con una ofrenda floral en el deslucido y desconocido (aunque parece ser que muy caro) monumento a las víctimas de Los Sucesos. Terminamos el tercer tiempo en El Negrito degustando una magnífica paella.
Ahora le toca el turno a los reproches. Personalmente (y no he tenido nada que ver con la organización), lo mejor es que este evento era justo y necesario y lo ha hecho la sociedad civil, sin apoyo alguno de las administraciones públicas. Es muy fácil y lucrativo electoralmente que venga a jugar el Real Madrid, por ejemplo, pero las administraciones públicas deben fomentar este tipo de actos que son más minoritarios pero donde nos jugamos nuestra esencia, nuestra dignidad, nuestra memoria (ya se sabe que esto lo inventaron los pragmáticos de los romanos, con su “panem et circum”).
Aunque, como ya he dicho, hubo más gente del pueblo que otras veces en este tipo de actos, se echó de menos más apoyo popular y más intervención activa de la gente de Benalup-Casas Viejas. La hora no era la más adecuada, pero por lo que sé respondía a mandato gubernativo.
Y en tercer lugar, las más de cien personas que acudieron no pisaron el centro histórico del pueblo. El dato no es baladí ni azaroso, responde a una realidad e intencionalidad política. Tanto la calle a María Silva como el monolito del portugués Fraga a las víctimas de Los Sucesos, se encuentran alejados del centro del pueblo por algún propósito. Creo que la afirmación la puedo demostrar objetivamente. Este monolito se instaló en 1983 coincidiendo con el 50 aniversario de los sucesos de Casas Viejas. Significó el pistoletazo de salida de todo el movimiento posterior de recuperación de la memoria histórica. Pero había gente que tenía previsto derribar el monolito la noche del diez, la policía municipal tuvo que hacer guardia en la Alameda para impedirlo. Primero se quitó, se escondió y luego se alejó conscientemente de la plaza principal del pueblo.
José Luis Gutiérrez Molina denunció en su intervención el caso. Publicó lo siguiente en su Facebook:
”Los organizadores me pidieron que interviniera. Un hecho que les agradezco porque aproveché para pedir, una vez más, que el monumento que en 1983 puso la CNT.A en la Alameda regrese a su lugar inicial y que se le saque del anonimato al que se le ha condenado. Guste o no quien tuvo la iniciativa fue quien fue, repito CNT.A entonces hoy CGT, y ningunearla no dejará que haya quien lo recuerde”.
”Los organizadores me pidieron que interviniera. Un hecho que les agradezco porque aproveché para pedir, una vez más, que el monumento que en 1983 puso la CNT.A en la Alameda regrese a su lugar inicial y que se le saque del anonimato al que se le ha condenado. Guste o no quien tuvo la iniciativa fue quien fue, repito CNT.A entonces hoy CGT, y ningunearla no dejará que haya quien lo recuerde”.
Me parece que Los Sucesos están en el ADN de este pueblo y que la Alameda fue, es y seguirá siendo el centro neurálgico de él. Es muy significativo que haya en el centro histórico calles con el nombre de Rafael Bernal o D. Manuel Sánchez, placas del Padre Muriel, Josefa Pardo de Figueroa o alusiones al conde de Bustillo o al conde de Barbate o a Joaquín María Enrile y no se encuentre ninguna referencia ni a los hechos del 33 ni a las personas que los protagonizaron ni a su entorno. Lo único que había era el monolito y se le condenó al ostracismo. Queramos o no Los Sucesos tuvieron, tienen y tendrán resonancia mundial y todo el que viene de fuera acude al centro histórico. No podremos conseguir la normalidad histórica mientras haya heridas como la que representa el exilio a la periferia del monolito de Los Sucesos.
Tengo claro que las cosas tienen la importancia que les demos y el hecho de que alguien haya decidido que el monolito no esté en la Alameda puede ser lo trascendente que a cada uno le parezca. Conozco a gente que es partidaria de que siga donde está o que no le da la importancia que conlleva . Para mí es evidente que responde a un posicionamiento frente a Los Sucesos y a la historia de este pueblo.
Samuel Montes de Oca Mateos, escribe en su Facebook, respecto al monolito de la plaza de Casas Viejas:
“Cláramente no es el lugar idóneo de este Monolito en el pueblo, ni tampoco su forma. Para aquellos que perdieron la vida por la Libertad debería estar en la mejor plaza del pueblo, como así sucede en la gran mayoría de las ciudades del mundo”
“Cláramente no es el lugar idóneo de este Monolito en el pueblo, ni tampoco su forma. Para aquellos que perdieron la vida por la Libertad debería estar en la mejor plaza del pueblo, como así sucede en la gran mayoría de las ciudades del mundo”
Estoy convencido que si se profundiza en las razones de esta injusticia histórica, se llegará al convencimiento de que hay que revertir la situación. La solución es fácil y barata. Trasladar el monolito a su lugar original. Ahora creo que se dan las circunstancias políticas para que esto se produzca. Si las fuerzas políticas no lo creen oportuno o no ven la ocasión, tendrá que ser la sociedad civil la que haga lo que ellos no son capaces. Iniciativas Benalupenses con su acto homenaje a María Silva nos ha dado una buena lección. Y ya se sabe, las palabras conmueven, pero los ejemplos arrastran. Ese es el quid de la cuestión. Ese es el peligro.