Hoy ha fallecido el ilustre anarquista que consiguió doblegar a la banca. Que la tierra te sea leve. Seguimos tu lucha
Lucio
Urtubia
: ”
Los
que
gobiernan
están
cagados
de
miedo
”
Lucio Urtubia fue uno de los hombres más buscados tras falsificar cheques de viaje por valor de 20 millones de dólares en los años setenta
Anarquista y republicano, estaba considerado como un Robin Hood porque distribuía lo robado entre diferentes causas.
A los 89 años, no había abandonado la utopía y continuaba difundiéndola en libros y charlas donde animaba a los asistentes a seguir luchando.
El anarquista Lucio Urtubia (Cascante, Navarra, 1931) había sido albañil, agricultor, atracador de bancos, falsificador y expropiador, aunque el prefería definirse como “un simple y pobre trabajador”. En los años setenta, logró poner en jaque al banco más poderoso del planeta falsificando cheques de viaje. Hasta los últimos días de su vida, continuaba propagando su particular utopía que cree “más necesaria y posible que nunca”.
Quien falsificó desde documentación para exiliados hasta cheques de viaje del First National City Bank por un valor de 20 millones de dólares para posteriormente repartir el dinero entre distintas causas justas, opina que actualmente “todavía es posible hacer algo similar”. Consideraba que deberían elaborarse, por ejemplo, “papeles falsos para aquellos que no tienen”. Para Lucio, “en el saber y en la utilización de las cosas reside el poder de la gente”. Y añadía: “El crimen no es hacer y fabricar, el crimen es hacer dinero y quedártelo para ti. Lo demás es precioso: burlarse de las autoridades, burlarse de los bancos, burlarse de las injusticias…”.
Orador elocuente, viajaba en el tiempo por los hechos que lo habían convertido en un referente para muchos. Sobre su infancia en Navarra decía que “no sentía que fuera mi tierra porque solo conocí hambre, injusticia y crímenes”. Luego, en la mili, tras conocerse que robaba ropa y víveres, huyó a Francia: “Deserté por ladrón, pero qué placer robar a esa patria de imbéciles”.
Lucio nos recordaba su llegada a París con emoción. “De la noche a la mañana me encontré en la ciudad de la luz en todos los sentidos. Yo, que no había leído más que la hoja parroquial de mi pueblo, descubrí los libros, conocí a los anarquistas que habían luchado en la Guerra Civil y en la Segunda Guerra Mundial, anarquistas a quienes la República había tratado mal y, aún así, la defendían. Ellos fueron los que me educaron”, explicaba.
Sobre las detenciones a anarquistas, Lucio responde que “los que gobiernan están cagados de miedo. La gente se mueve y saben que nos los vamos a comer si no hacen nada”. No obstante, recomendaba que “aún así, hay que tener cuidado. Se debe hacer lo que buenamente se pueda, pero con inteligencia. Ellos tendrán siempre las leyes o si no se las inventarán”.
De la actual situación política opinaba que “los problemas son los mismos que plantearon los republicanos. No habrá ningún cambio en el mundo, ni con Podemos ni con unos u otros, mientras no tengamos una responsabilidad todos los seres humanos. Los políticos lo único que saben es coger para malgastar. Para mí, lo fundamental es ser lo que se es por lo que se hace y no por lo que se dice”.
Sobre el valor del dinero, Lucio explicaba que había sido “un montón de veces millonario, pero mi riqueza son las personas que vienen a escucharme y a preguntarme”. Cree en los encuentros. Para él fueron muy importantes los que mantuvo cuando llegó a Francia y conoció a Federica Montseny, Giuseppe Lanza del Basto y Albert Camus, personas que le hicieron pensar y reaccionar. Quizá, por eso, aunque octogenario, no descansaba y continuaba dando todas las charlas que podía hasta sus últimos días y recibiendo visitas en su casa en París para relatar su utopía, que era lo mismo que decir su vida.
Lucio Urtubia ha publicado los libros La revolución por el tejado (Txalaparta, 2008) y Mi utopía vivida (Txalaparta, 2014).
Su biografia: Lucio Urtubia – Anarquista y Albañil [José María Goenaga, Aitor Arregi]