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ENTREVISTA. Concha Liaño y Antonia Fontanillas MOVIMIENTO LIBERTARIO : “La educación libera a la mujer”
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PERFIL CONCHA LIAÑO Y ANTONIA FONTANILLAS TIENEN MUCHO EN COMÚN : AMBAS TIENEN 90 AÑOS, SE EXILIARON TRAS LA GUERRA (VENEZUELA Y FRANCIA) Y SON DOS HISTÓRICAS DEL MOVIMIENTO LIBERTARIO. AHORA RECIBEN EN ZARAGOZA UN HOMENAJE DE LA CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO (CGT).

Concha Liaño y Antonia Fontanillas creen firmemente que la educación puede transformar al ser humano y llevan siete décadas luchando por la igualdad entre hombres y mujeres. La primera de ellas es fundadora de la Federación Nacional de Mujeres y Libres en Cataluña y la segunda milita en la CNT. La guerra civil española aniquiló su trabajo por la liberación femenina pero sus ideales siguen intactos.

— El movimiento libertario femenino ha conseguido muchos avances en las últimas décadas, pero algunas de sus reivindicaciones siguen pendientes en el siglo XXI.

— C. L. : En España, la situación de la mujer ha mejorado mucho. Antes de la guerra civil, la mujer aspiraba a casarse para huir de la tiranía del padre y caía en la del marido. Ahora, en cambio, es como si viera visiones. Es un ser muy libre, que recibe una educación equiparable a la del hombre y que tiene las mismas oportunidades profesionales. Pero aún hay que hacer mucho en el trabajo doméstico, que tiene que ser compartido, pues el hombre lo elude todo lo que puede.

— A. F. : Para mí, la asignatura pendiente de la liberación femenina sigue siendo la prostitución. Ahora en España hay un movimiento subterráneo que pretende legalizarla, algo que me parece indignante, de la misma forma que tampoco acepto la represión. No se puede convertir la prostitución en una profesión, como pretenden los proxenetas, porque eso es perpetuar la injusticia. Lo que hay que hacer es ayudar a las prostitutas a salir de la esclavitud en que viven mediante la educación.

— Ustedes ya luchaban por la mujer antes de la guerra civil.

— C. L. : Sí, pero fue durante la contienda cuando la mujer, en la retaguardia, tomó conciencia de su propio valor. De ama de casa sometida pasó a conducir tranvías. Y todos los principios de igualdad que habíamos enseñado antes de la guerra se desarrollaron en pleno conflicto, lo que prueba que había un verdadero deseo de liberarse.

— A. F. : El movimiento libertario está presente en la vida española desde hace mucho tiempo. Ya durante la guerra de Marruecos, en Zaragoza, había mujeres que se cruzaban en las vías del tren para impedir que partieran hacia el frente los trenes que llevaban a los soldados.

— ¿Cómo está la situación en los países en los que viven, Venezuela y Francia ?

— C. L. : Marché a Venezuela en los años 40, con mi hija de 5 años, después de pasar por Francia, donde no podía ganarme bien la vida. No he hecho dinero y lo tengo a gala. En América he trabajado en todo lo que me ha salido, porque no tengo estudios. Ahora, con Chávez, el país le está plantando cara a los yanquis. Chávez es un puro producto bruto del pueblo, un hombre grosero y maleducado, pero que está haciendo una buena labor para ayudar a los más pobres.

— A. F. : Yo marché a Francia en los años 50, tras quince años de franquismo. Siempre he militado en la CNT, de hecho mi abuelo ya pertenecía a este sindicato, y en Francia he seguido realizando una labor sindical. Empecé como delegada sindical de una empresa de artes gráficas, en Barcelona, y en la actualidad vivo en Dreux, cerca de París. Por eso, después de tantos sinsabores, Concha y yo estamos muy agradecidas por este homenaje de la CGT.

Periodico de Aragón

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