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Eleuterio Quintanilla: en recuerdo del anarquista pedagogo
“Quizá la nostalgia no sea sana, pero el olvido es criminal”, afirma el nieto del libertario gijonés, Helios Privat, en los actos del cincuentenaro del fallecimiento de su abuelo.
Helios Privat, nieto de Eleuterio Quintanilla, durante su intervención en el homenaje celebrado en el Ayuntamiento de Gijón / ASTURIAS24
Hace once días, el pasado 18 de enero, se presentaba el libro Memoria de Eleuterio Quintanilla, un volumen firmado por Chema Castiello y Yolanda Díaz y editado por el Ateneo Obrero de Gijón. La publicación veía la luz en la ciudad natal del protagonista del libro justo en el día en el que se cumplía medio siglo de la muerte, a los 80 años en su exilio de Burdeos, de quien fuera hijo de familia trabajadora y trabajador él mismo en la fábrica chocolatera ‘La Herminia’; docente y pedagogo de la libertaria Escuela Neutra Graduada; activo ateneísta, brillante orador, destacado militante anarcosindicalista en la CNT y, por encima de todo, humanista entregado a una tarea constante: emancipar a los hombres y mujeres y conducirlos hacia un mundo de “paz, justicia y libertad social” descubriéndoles una moral común basada en “la convivencia pacífica, la tolerencia recíproca y la mutua comprensión”.
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Así lo ha caracterizado hoy, echando mano de las palabras del propio Eleuterio Quintanilla, la concejala de cultura del Ayuntamiento de Gijón, Montserrat López, en el acto sin duda más emotivo de los que han preparado conjuntamente el Ateneo Obrero de Gijón –del que fuera miembro y bibliotecario–, el Aula Popular ‘José Luis García Rúa’ y la Sociedad Cultural Gesto: un homenaje en el Salón de Recepciones municipal en el que representantes de todos los grupos políticos y de las entidades organizadoras han recordado a Quintanilla en presencia de algunos de sus descendientes.
Allí han estado su hijo Terín, emocionado pero con unos magníficos 93 años, y sus nietos Vivianne y Helios Privat, quien ha trazado una sentida y profunda semblanza (que se puede leer íntegra bajo estas líneas) de su abuelo; el hombre que le enseñó “a leer y a escribir en español” y que inculcó en el los principios de la libertad de conciencia, un anarcosindicalista “probablemente más reformista que revolucionario” que “se dejó olvidar” incluso por sus correligionarios y consumir “día a día” por la convicción de que su lucha por una “humanidad mejor” basada en la “educación popular” había fracasado. El mismo hombre que murió añorando su tierra natal, de la que la guerra civil le haría exiliarse y a la que el franquismo ya no le permitiría volver, siempre consciente de que “el desterrado está solo en todas partes”. Una frase conmovedora que Quintanilla repite en un breve texto poético hallado por su nieto entre sus recortes de periódico y leído este mediodía en el Ayuntamiento.
Olvido criminal
Privat, que también siguió el camino de la docencia y que forma parte de la misma masonería que inspiró la Escuela Neutra en la que enseñaba su abuelo, ha querido además convertir el caso de Quintanilla en la “rehabilitación del honor de todos los que ocuparon un puesto en la historia de este país”. “España tiene que recobrar la memoria, reconstituir su pasado. No puede renunciar a la memoria histórica, no puede callarse. Quizá la nostalgia no sea sana, pero el olvido es criminal”, ha proclamado, recordando que “durante años, refugiados o hijos de refugiados tuvimos vergüenza frente a lo que vivíamos como una humillación” y la dignidad del silencio: (“Para mi abuelo, como para muchos, ser digno era callarse. Nuestros padres callaron, nosotros también”).
Los actos en recuerdo de Eleuterio Quintanilla, impulsados por la sección de enseñanza que lleva su nombre en el Ateneo Obrero de Gijón, prosiguieron por la tarde con la conferencia de María Ángeles Barrio ‘Eleuterio Quintanilla: liderazgo moral y militancia de un anarcosindicalista humanista’, en el Antiguo Instituto. Mañana, sábado, se descubrirá una placa conmemorativa a las 18 horas en el edificio de la calle Covadonga, 7, donde tuvo su sede la Escuela Neutra Graduada, y se celebrará una cena de confraternización a las 21 horas en el Hotel Alcomar.
Ya en febrero, Víctor Guerra y Macrino Fernández ofrecerán, el día 3, la charla ‘Eleuterio Quintanilla: masonería y Escuela Neutra’, y Jesús Jerónimo Rodríguez haraá lo propio con la charla ‘Biografía de un líder anarquista’. Ambas actividades se celebrarán en los locales del Ateneo Obrero de Gijón.