1. Tres jueces de la sala militar no aprecian nuevas pruebas para autorizar la revisión
2. Dos magistrados creen que el anarquista ajusticiado en 1974 no tuvo un proceso justo
No ha lugar. Tres de los cinco magistrados que integran la sala militar del Tribunal Supremo se han opuesto a autorizar a la familia de Salvador Puig Antich a que presente un recurso de revisión a la condena a muerte del joven anarquista que fue ajusticiado a garrote vil en la Modelo de Barcelona en marzo de 1974. Por su parte, dos de los magistrados apoyan esa revisión por entender que el joven anarquista “no tuvo un juicio justo”.
Los jueces adelantaron su decisión el pasado 13 de junio y ayer hizo públicos sus motivos. Los magistrados explican que deben aplicar a los recursos de revisión una “interpretación estricta”. Fieles a ese principio, rechazan que la familia de Puig Antich les hayan aportado nuevas pruebas que desvirtúen la sentencia de condena a muerte dictada por un consejo de guerra en enero de 1974 y ratificada en febrero por el Consejo de Justicia Militar.
LA DESCALIFICACIÓN
Para los magistrados no es suficiente que la familia demostrara, a través de una prueba pericial, que no se “sabía” con certeza cómo se produjo el tiroteo en el que perdió la vida el policía Francisco Anguas. Para los jueces, esa prueba es “una técnica innovadora a la exposición de los hechos contrastados que no han variado desde 1974”. La sala militar tampoco da importancia al testimonio de los médicos que atendieron al agente y Puig Antich en la sala de urgencias del Hospital Clínic de Barcelona. El doctor Ramón Barjau y Joaquín Latorre explicaron que el cadáver del agente presentaba cinco impactos de bala y no tres como certificó la autopsia que fue realizada por dos forenses y redactada en la comisaría en la que trabajaba Anguas.
Para los magistrados esas declaraciones no desvirtúan la autopsia. Los jueces, tras valorar la honestidad de los facultativos, ponen en duda su testimonio porque declararon 33 años después de haber ocurrido los hechos y solo vieron el cadáver del agente unos 15 minutos. Por contra, la autopsia describe, a su juicio, “de forma idónea, clara y precisa” los impactos que acabaron con la vida del policía.
SENTENCIA JUSTA
La sala que preside Ángel Calderón subraya que la muerte del agente causó “un evidente impacto social y conmoción en el momento en que se produjo”. Por ello, no dan importancia al posible error del tribunal por condenar a Puig Antich por terrorismo con resultado de muerte. También afirma sin ambages que el militante anarquista fue sometido a un juicio que cumplió con garantías legales.
Por su parte, el magistrado Ángel Juanes sostiene que Puig Antich “no tuvo un proceso justo” y recrimina a sus compañeros que no hayan permitido revisar el caso. “El valor de la justicia hubiera exigido una respuesta distinta”, enfatiza. Su compañero, José Luis Calvo, va más lejos y acusa a la sala de buscar “una argumentación forzada” para impedir que se demuestre que el proceso contra Puig Antich “no fue justo y que la sentencia debió ser otra”.
P.-S.
MARGARITA BATALLAS / El Periodico