a Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que agrupa a familiares de represaliados por el franquismo, pidió el año pasado al Papa, de visita en España, que se retiraran las placas falangistas de “caídos por Dios y por España” que todavía existen en centenares de iglesias. Esta asociación recordó a Ratzinger su viaje a Auschwitz y le solicitó que se comportara igual en España. En realidad, quince años atrás Ratzinger ya había hecho algo parecido pero en sentido contrario. Visitó y elogió el que fue en realidad un campo de concentración para presos republicanos, el Valle de los Caídos, tal y como recuerda la web de extrema derecha minutodigital.
Ratzinger depura voces críticas
Antes de convertirse en Papa, el alemán Joseph Ratzinger visitó España en al menos siete ocasiones como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe Católica, la antigua Inquisición, cargo desde el que tuvo que mediar en varias polémicas protagonizadas por teólogos españoles. Algunas de sus víctimas fueron el teólogo Juan José Tamayo, secretario de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, autor de un libro cuyas conclusiones fueron consideradas por la Iglesia como “incompatibles con la fe católica”. Sobre Marciano Vidal, la Congregación concluyó que algunos de sus pensamientos en materia sexual, “pueden dañar la fe del pueblo en Dios”. Y en 1993, seis religiosos fueron expulsados de la Congregación Claretiana, por discrepancias con sus planteamientos teológicos.
Impresionado por el Valle de los Caídos
En 1989 el cardenal Ratzinger permaneció tres días en Madrid para intervenir en un seminario de teología sobre Jesucristo. Tal y como se encarga de difundir la Fundación Nacional Francisco Franco en su página web, en aquella ocasión visitó la basílica del Valle de los Caídos después de participar en un curso de verano de la Universidad Complutense que se desarrolló en El Escorial. A la expedición se unieron el entonces rector de la Complutense, Gustavo Villapalos, ahora tertuliano de la COPE. Contó Villapalos que, de vuelta a Madrid, Ratzinger le confesó que el monasterio del Valle de los Caídos le había interesado más que el del Escorial y la mayoría de los que conocía en Europa “por la originalidad de su concepción y su espiritualidad”.
Defendió convertirlo en un lugar de peregrinaje
La asociación Amigos del Valle de los Caídos ofrece más detalles en su web. Relata que a lo largo de la visita un monje le comentó : “Este Valle de los Caídos, recostado bajo la silueta de la Cruz, parece esperar, como el Valle de Josafat, el día del juicio final, precisamente a la sombra de la Cruz”. El cardenal, cuentan, asintió : “Sería un lugar incomparable”. También afirman que se le insinuó lo interesante que podría ser que los europeos peregrinaran hasta esta Cruz para orar ante ella y que si fuera posible el mismo Papa abriera esta marcha, penitencial y orante. Aseguran que el Cardenal Ratzinger preguntó muy interesado si se trataba de algún proyecto ya en marcha ; en todo caso, añadió, merecería la pena que la idea se hiciera realidad.
Ratzinger y los legionarios de Cristo
En 2005 Ratzinger fue elegido nuevo Papa, sucediendo a Juan Pablo II, y en mayo de 2006 anunció el cierre de la investigación al fundador de La Legión de Cristo, Marcial Maciel, acusado de pedofilia por varios ex legionarios, debido a su avanzada edad y precaria salud. Le pidió sin embargo que se retirara de la vida sacerdotal y pública y que llevara una vida de “oración y penitencia”. Probablemente aquel día, Villapalos, vinculado a los legionarios de Cristo, recordó aquel memorable paseo con el ahora Papa por el mausoleo donde reposan los restos de Franco y José Antonio Primo de Rivera.
elplural.com / 23.02.2007