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El 4 de marzo en Valladolid
Hoy 4 de marzo nos hemos querido concentrar aquí, ante el Teatro Calderón de Valladolid, para explicar a la ciudadanía, en el contexto de recuperación de la memoria histórica, el significado nefasto que tal fecha y lugar representan para nuestro pueblo.

En 1934, Onésimo Redondo acababa de volver a la ciudad, tras haber estado escondido por su participación en el primer intento de golpe de estado contra la República española, el del general Sanjurjo en agosto de 1932, a través del Partido Nacional Español. Las JONS que había fundado con su hermano Andrés, su mujer Mercedes Sanz Bachiller, Martínez Bedoya, Jesús Ercilla, el zamorano Ramiro Ledesma Ramos y otros amigos, se estaban extendiendo por los pueblos de la provincia a través del sindicato remolachero en el que trabajaba y los hijos de los agricultores que estudiaban en Valladolid. Su ideología estaba formada en base a un catolicismo conservador, una retórica de justicia social para el campo y la necesidad de la violencia, influidos por las primeras manifestaciones del nazismo.

Desde un primer momento, están convencidos de que para ganar tienen que vencer a la izquierda en una guerra civil ; se dedican a enfrentarse con los trabajadores y estudiantes, atacando bares y sedes sociales donde se reúnen las izquierdas. Así, en mayo de 1932 provocan una batalla campal en la Plaza Mayor con más de 20 hospitalizados, o en marzo de 1936 atacan con bombas la comisaría de policía de la ciudad ; todo ello como entrenamiento para el golpe de Estado que se preparaba.

Su aislamiento y fracaso electoral, les obligará a buscar la fusión con Falange en febrero de 1934, que estará dirigida por José Antonio Ruíz de Alda y Ramiro Ledesma ; la presentación oficial con la intervención de Onésimo fue en el Teatro Calderón el 4 de marzo de 1934. La izquierda había convocado una huelga general como protesta ; a la salida del acto hubo enfrentamientos, disparos y un muerto. Unos meses más tarde, en octubre, Onésimo distribuirá un panfleto pidiendo el ahorcamiento de Azaña, Largo Caballero, Prieto y Companys.

Falange contará con el apoyo económico de las clases altas monárquicas, pues era un partido burgués y aristocrático, al que las JONS aportarán las ideas fascistas. El pueblo nunca les apoyó, pero llegado el momento del golpe de Estado, no dudaron en ser la trama civil del golpe. Esta minoría de matones se habían dedicado a tomar nota de cada movimiento de la izquierda : sus representantes legales desde 1931, sus responsables políticos y sindicales, los obreros del campo que se habían enfrentado a los patronos, los obreros de la ciudad que habían participado en huelgas, los líderes de la Universidad, los profesores y maestros, los que no van a misa en los pueblos, los que viven juntos sin estar casados, los bares, los lugares de encuentro… El 18 de julio no tuvieron más que ir a buscarlos ; muchos fueron llevados a juicio y ejecutados, la mayoría quedaron en las cunetas y tapias de los cementerios sin juicio ni sepultura.

Hoy, setenta años después, todavía estamos exigiendo al Estado, a su Gobierno, que afronte con valentía, justicia y dignidad, la deuda que se tiene contraída con los que lucharon y murieron defendiendo la legalidad republicana, así como los que se opusieron a la dictadura franquista. Rehabilitando su memoria condenando el golpe de Estado de 1936 ; retirando la simbología como el monumento del Cerro de San Cristóbal y las placas de las calles y plazas, también la que tiene en su interior este teatro ; anulando las sentencias de los tribunales del franquismo ; localizando y exhumando las fosas comunes ; acercando los archivos a familiares e historiadores, y recuperando la verdad para los libros de texto y planes de estudio… Sólo así, el sacrificio de los que nos han precedido tendrá un valor definitivo y podrá ser ejemplo para todos nosotros.

PLATAFORMA POR UNA LEY DE MEMORIA DIGNA Y JUSTA

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