22. CINE – TEATRO
Desde julio de 1936 la mayoría de la industria cinematográfica pasó a manos de los trabajadores de la CNT- FAI. La producción anarcosindicalista se articuló en la productora SIE Films. La Asociación Internacional de Trabajadores y Solidaridad Internacional Antifascista, crearon sus propias realizaciones de carácter propagandístico.
La autogestión del mundo cinematográfico introdujo un nuevo lenguaje fílmico. La producción de películas se multiplicó, tanto las de carácter documental, sobre diversos aspectos de la revolución social, como las de ficción, con dramas y comedias.
El teatro se integró de manera entusiasta en la Revolución, un teatro genuinamente nuevo y lleno de enormes posibilidades, con una puesta en escena moderna que provocaba la participación del espectador. Era el Teatro del Pueblo. Los ateneos, escuelas y sindicatos también organizaban representaciones que contribuían a la elevación cultural, al mismo tiempo que distraían de las preocupaciones del momento.