La Ley de Memoria Histórica, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, fue aprobada hace ya 14 años. No obstante, todavía no se han retirado todos los nombres y simbología ligados a la dictadura de Francisco Franco del callejero y de edificios públicos andaluces.

Es especialmente irónico y sangrante que en muchos centros educativos en los que se inculcan valores como la defensa de la libertad y la democracia, aún aludan en sus nombres a personas que dieron el golpe de estado de 1936 o lo apoyaron para destruir un gobierno elegido democráticamente y que encarcelaron y asesinaron a los defensores de la República que no pensaban como ellos.

El cambio de nombre de los centros educativos, ya sean públicos, privados y privados concertados, corresponde al Consejo Escolar. Sin embargo, cuando este se niega a cambiar el nombre del centro, es la Junta de Andalucía la que debe velar por que se cumpla la ley. Este es el caso del IES Menéndez Tolosa de La Línea de la Concepción (Cádiz). El Consejo Escolar aprobó quitar el nombre, pero sigue figurando el apellido. El Foro por la Memoria del Campo de Campo de Gibraltar lleva desde el año 2014 intentando que la Administración presione al Consejo Escolar del centro para que se cumpla la Ley de Memoria Histórica.

CGT denuncia que, además de los nombres, aún encontramos numerosas placas y simbología que ensalzan a Franco, la dictadura u otras personas afines y simpatizantes a ella.

Por ejemplo, en el colegio Salesianos de la Trinidad (Sevilla), se puede ver un retablo cerámico a los mártires de la Nueva Reconquista Española. En la Universidad de Sevilla y en el CEIP La Atalaya (Níjar, Almería) hay sendas lápidas en latín en las que se cita al dictador Franco como Duce.

No es la primera vez que este sindicato denuncia elementos y nombres que contravienen la Ley de Memoria Histórica. Ya en 2018 consiguió que se cubriese una placa de la Universidad Laboral de Málaga en la que se ensalzaban las figuras de Francisco Franco y de uno de sus Ministros de Trabajo, Licinio de la Fuente.

Desde CGT exigimos la eliminación de cualquier vestigio golpista o franquista en centros educativos. Las administraciones no pueden incumplir su propia legislación ni ser cómplices por omisión de denominaciones y simbologías ilegales.

Memoria, Verdad, Justicia y Reparación.

Estos son algunos de los centros que se han denunciado ante las Delegaciones Territoriales de Educación:

CEPR Víctor de la Serna y Espina (Ubrique, Cádiz). Falangista

CEIP Laureado Capitán Trevilla (Adamuz, Córdoba). Golpista.

CEIP José María Pemán (Puente Genil, Córdoba). Golpista.

CEIP Antonio Garvayo Dinelli (Motril, Granada). Juez militar responsable directo de numerosos Consejos de Guerra en Granada y Málaga con condenas sumarias a muerte.

CEIP Manuel Lora Tamayo (Bonares, Huelva). Presidente de la Comisión depuradora de Segunda Enseñanza de Sevilla.

SEP Felipe Arche (Benatae, Jaén). Gobernador civil de Jaén entre 1950 y 1963 y golpista y militante de la Falange Española.

CEIP Capitán Cortés (Andújar, Huelva). Militar golpista.

CEIP José Banús (Málaga). Espía franquista, explotador de presos y constructor del Valle de los Caídos.

IES Juan de la Cierva. (Vélez-Málaga, Málaga). Golpista.

IES Carlos Haya (Sevilla). Piloto considerado un héroe de guerra de la aviación franquista.

CEIP Vara del Rey (Sevilla). Por Carlos Martínez Vara del Rey, piloto laureado “por su actuación heroica en Tablada la madrugada del 18 de julio del 36”),

EIP José Calvo Sotelo (Écija). Honrado como “Protomártir de la Cruzada”.