FECHA

Carta al Director o a El País de Cecilio Gordillo en 2001: Los esclavos del nazismo
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Cecilio Gordillo Giraldo
Sevilla 6 JUN 2001
15 años después seguimos con la misma reclamación. Hoy más indignados aún. Hay que conseguir que por fin las empresas que se lucraron con la sangre de los presos del franquismo compensen y paguen por ello.


http://elpais.com/diario/2001/06/06/opinion/991778405_850215.html?id_externo_rsoc=FB_CC

Más de cincuenta años después de la II Guerra Mundial y de dos décadas de negociaciones, fundamentalmente con EE UU, el Parlamento alemán ha acordado la indemnización a todos aquellos ciudadanos -también españoles- que el régimen nazi utilizó como esclavos durante varios años en todos los sectores productivos de dicho país.

Cerca de un billón de pesetas, aportados en partes iguales por el Gobierno y las empresas beneficiadas de dicha mano de obra, intentará borrar una imagen negativa de una de las naciones más ricas del globo al igual que de aquellas empresas (Allianz, BMW, Deutsche Bank, Siemens, Volkswagen) que aún hoy siguen copando los primeros lugares de la economía europea y mundial.

Pero el régimen nazi no sólo se instaló en Alemania, también en Austria (está estudiando un sistema parecido de indemnizaciones), Italia y España.

Sin embargo, a pesar de que el franquismo fue el pionero en utilizar trabajadores esclavos, ningún Gobierno democrático, ya sea central o autonómico, ha tenido en cuenta este hecho hasta ahora. Un pequeño matiz diferenciador entre los casos de Alemania y España es que de los 10 millones de esclavos de los nazis alemanes aún quedan cerca de un millón y medio de supervivientes, de los 200.000 españoles no se sabe -porque nadie se ha interesado por ellos- cuántos quedan.

Si bien es verdad que en 1990 se indemnizó a los represaliados del franquismo por ‘privación de libertad’, en ningún momento se ha hablado de los que trabajaron como ‘esclavos’ en cientos de obras (carretereras, vías férreas, pantanos, canales, repoblaciones forestales) desde 1940 hasta 1962, muchas de las cuales produjeron, y aún producen, beneficios no sólo a la sociedad, sino también a empresas privadas y particulares. Es más, algunos consideramos, y así se lo hemos manifestado a algún Gobierno autónomo, que las ‘tablas de indemnizaciones’ no estaban teniendo en cuenta que aquellos que trabajaron como esclavos redimían, por cada día de trabajo, tres días de condena. Lo que significa que cuando se les indemnizó por tres años de ‘privación de libertad en realidad se les debía de haber indemnizado por nueve. ¿O no?

Ahora el Gobierno de España está haciendo gestiones, ante Alemania y Austria, para conseguir que los esclavos españoles del nazismo sean indemnizados. Y a nuestros propios esclavos, ¿cuándo?



15 años después continuamos igual pero ya sí van saliendo los nombres de las empresas que se han aprovechado de los presos del franquismo para conseguir sus fortunas que llegan hasta hoy:


http://www.eldiario.es/andalucia/empresas-usaron-esclavos-franquismo_0_251975222.html

¿Qué empresas usaron a esclavos del franquismo?

La explotación económica de los vencidos llevó a la dictadura franquista al extremo de emplear a más de 400.000 presos políticos como trabajadores forzados.

Compañías públicas y privadas –algunas cotizan en el IBEX 35– resultaron beneficiarias de mano de obra gratuita en la mayoría de sectores productivos.

El trabajo esclavo forma parte de la querella argentina contra los crímenes del franquismo y la Ley de Memoria Democrática prevé hacer “copartícipes” de la “reparación” de los reclusos a las “organizaciones” implicadas.

El 'canal de los presos', construido con mano de obra esclava / RMHSA (CGT).

El ‘canal de los presos’, construido con mano de obra esclava / RMHSA (CGT).

El franquismo llegó al extremo de usar presos políticos como esclavos. Fiel a la explotación económica de los vencidos como “botín de guerra”. Había que “reconstruir” el país y… ¿qué empresas emplearon mano de obra gratuita durante la dictadura? La iglesia, el ejército sublevado e instituciones públicas. Pero no sólo. Entidades privadas de casi cualquier sector se beneficiaron del empleo de más de 400.000 reclusos en régimen limítrofe a la esclavitud. Algunas cotizan hoy en el IBEX 35, herederas de aquellas actividades primigenias o extirpadas de su germen económico.

Para sortear la muerte por hambre o enfermedad, plato diario en las cárceles franquistas, incluso había detenidos que solicitaban su traslado a batallones de trabajadores forzados.

Banús Hermanos

,

San Román

,

Huarte

,

Agromán

o

Dragados y Construcciones

. Estas compañías, y otras muchas, aprovecharon la oportunidad que ofrecía el entramado diseñado a lomos de presidiarios “para alzar sus imperios económicos durante la dictadura franquista”. Unos redimían condena, otros obtenían réditos de otro modo impensables. Así reza en el marco de la querella argentina que María Servini de Cubría instruye desde el Federal 1 de Buenos Aires, a denuncia del grupo de trabajo

Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía

(RMHSA) de CGT. Y en la ley andaluza de memoria, que plantea hacer a estas y otras muchas empresas “copartícipes” de la “reparación” de esas víctimas.

“Botín de guerra” para los golpistas

“Ferroviarias como

Norte

,

MZA

,

Renfe

, constructoras como

Entrecanales

,

San Román

,

Huarte

o

Banús

, mineras como

Duro

,

Babero

, transformadoras de metales como

Babcock & Wilcox

,

Astilleros de Cádiz

,

La Maquinista Terrestre

“. Una relación que el director científico del proyecto


Todos (…) los nombres


, José Luis Gutiérrez Molina, completa con “órdenes religiosas, ayuntamientos, confederaciones hidrográficas y diversas administraciones de Justicia o gubernativas”. “¿Números? Más de 400.000 presos susceptibles de ser utilizados, en Andalucía más de 100.000”, enumera. Los derrotados, “botín de guerra” para las fuerzas golpistas.

Eran “trabajadores, jornaleros y campesinos”, en gran parte, y debían cargar con el “esfuerzo de la reconstrucción” del país. Una tarea abierta hasta 1956 que el coautor del libro

El Canal de los Presos. Trabajos forzados: de la represión política a la explotación económica

cuantifica en “al menos 800 millones de euros”. “Desde el pequeño taller a la gran industria vasca, catalana o andaluza –cuenta Gutiérrez Molina–, no hubo sector industrial, comercial, agrario o de servicios que no contara, en mayor o menor número, con trabajadores esclavos”.

El

anteproyecto de Ley de Memoria Democrática de Andalucía

señala (artículo 19): “Reparación por trabajos forzados. La Administración de la Junta de Andalucía impulsará actuaciones para hacer copartícipes de las medidas de reconocimiento y resarcimiento a las organizaciones que pudieron utilizar los trabajos forzados en su beneficio”. El Gobierno autonómico, con el nuevo marco legal que reconoce la mano de obra esclava en trámite, no desvela aún cómo motivará la participación de las empresas implicadas.

La empresa 'Huarte', en el Valle de los Caídos.

Empresas implicadas que no reconocen el “abuso”

¿Quién debe responder por esos delitos? “En el caso de Alemania las empresas pagaron, pusieron la mitad del fondo de indemnizaciones y la otra la puso el Estado”, compara el coordinador de RMHSA, Cecilio Gordillo, que declaró por videoconferencia en febrero ante la justicia argentina y sugiere “candidatos a ser convocados por la juez Servini”. Caso de “Florentino Pérez, de

Dragados y Construcciones

(

ACS

), José Manuel Entrecanales, de

Entrecanales y Távora

(

Acciona

), Gonzalo Ferre, de

Infraestructuras Ferroviarias

(

ADIF

), Julio Gómez-Pomar, de

Renfe

y Juan Miguel Villar Mir, de

Huarte

(

OHL

)”. Actuales responsables de empresas, “o sus antecesoras”, señala, que nunca reconocieron el “abuso”. Como publicó


Financial Times Magazine


en el año 2003.


eldiario.es/andalucia

se ha puesto en contacto con estas empresas, que han declinado hacer declaraciones al respecto. “No haremos ningún comentario sobre ese tema”, una respuesta repetida que se extendió en la mayoría de los casos al momento en que, en teoría, la ley andaluza de memoria les conmine a participar en el reconocimiento a los trabajadores forzados. En ningún caso se negó la participación de las “antecesoras” de estas compañías e, incluso, hubo solicitud de información a este periódico “para conocer un poco más en qué consiste todo eso”.

En sectores como la minería y la construcción, los presos fueron “imprescindibles”. “El número de pantanos inaugurados por Franco, sin la mano de obra esclava, hubieran sido muchos menos, lo mismo que las líneas férreas, carreteras o aeropuertos”, relata Gordillo. Obras, también, como el Valle de los Caídos. Para administrar los campos de concentración convertidos en “empresas de trabajo temporal”, el régimen creó –el 11 de octubre de 1938– el Patronato Central de Redención de Penas por el Trabajo (PCRPT).

En su organigrama cabían, describe Gutiérrez Molina, “funcionarios de prisiones, de prensa y propaganda, un eclesiástico, un contable, varios ingenieros, auditores generales de los tres ejércitos y de los organismos públicos que más trabajadores empleaban”. Como el Servicio Nacional de Regiones Devastadas, empresas ferroviarias intervenidas, el Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas y la Compañía de Caminos de Hierros del Norte. Por cada día de trabajo, un preso redimía dos de pena. El Estado, que cobraba una cantidad a la empresa beneficiaria, pagaba un jornal –”aunque no siempre cumplía”– del que descontaba la comida y la ropa del recluso.

Empresas que solicitaron trabajadores forzados

En


Franquismo y trabajo esclavo, una deuda pendiente


, el investigador José Luis Gutiérrez Molina expone una relación de 90 empresas que solicitaron y les fueron concedidos penados como mano de obra forzada. Una treintena corresponden a organismos oficiales, once a la iglesia católica, ocho al Ministerio del Ejército y el resto a compañías privadas y una institución benéfica (

Fundación Elorz

).

Instituciones públicas que usaron presos: Secretaría General del Consejo de Estado, Astilleros de Cádiz, Consejo Superior de Protección de Menores, Sindicato Nacional del Espectáculo, Regiones Devastadas de varias provincias, gobiernos civiles, direcciones generales, ayuntamientos… además, entre otras, de la Fundación Generalísimo Franco y la Jefatura de FET de las JONS en Lérida.

La iglesia reclamó trabajadores esclavos para obras en parroquias, conventos y otros edificios de Madrid, Barcelona, Cuenca, Murcia o Valladolid. Como empresas privadas, aparecen relacionadas con la metalurgia (

Múgica, Arellano y Cía.

,

Babcock & Wilcox

,

La Maquinista Terrestre y Marítima

,

Talleres Mercier

o

Industrias Egaña

), la minería (

Carbones Asturianos

,

Minera Estaño Silleda

,

Duro Felguera

,

Minería Industrial Pirenaica

o

Minas de Sillada

), la construcción (

Sociedad Constructora Ferroviaria

o

Ibérica de Construcciones y Obras Públicas

), agricultura, mecánica, zapatería, espartería y fábricas de muebles, cristal, guantes o alpargatas.

El propio autor, junto a Dolores Martínez, en


El trabajo esclavo de los presos políticos del franquismo en Andalucía


, repasan los campos de concentración y trabajo instalados en la región, con el número de reclusos que acogieron y las fechas en que estuvieron activos. Además, establecen un listado con la relación de obras en que intervinieron prisioneros, presos y penados en Andalucía entre 1936 y 1956. Una lista casi interminable “que no se ha estudiado a fondo”.

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