MIGUEL F. AYALA | LAS PALMAS DE GRAN CANARIA | laopinion.es
El subteniente de La Nueve, el canario Miguel Campos, uno de los libertadores de París en la II Guerra Mundial, “el tipo nato de guerrillero que dominaba instintivamente todas las artes de la guerra” según escribió en sus memorias Raymond Dronne, capitán de la IX Compañía de la 2ª División Blindada Leclerc, tendría hoy más de 84 años si estuviera vivo, un dato que se desconoce y puede resultar improbable teniendo en cuenta que la valentía de este soldado le llevaba a cargarse de granadas los bolsillos de la chaqueta y lanzarse al cuerpo a cuerpo contra los tanques nazis en medio de una batalla. Cuando con poco más de veinte años le condecoraron por su participación en la campaña de Normandía especificaron que el canario Campos, “efectuó una audaz acción, introduciéndose más de tres kilómetros en el interior de las líneas enemigas, logrando capturar a 129 alemanes, liberar a 8 americanos prisiones y conseguir un importante botín que incluía 13 automóviles y un remolque”. “El 17 de agosto”, señala también el documento, “con su sección, avanzando a pie, repelió un fuerte ataque de las tropas SS, matando a una veintena de nazis”.
Su vida militar, ya ven, está al alcance de cualquiera en algunos libros, entre ellos La Nueve, de Evelyn Mesquida, publicado recientemente, pero casi nada se sabe de los verdaderos orígenes y el destino final de este anarquista que luchó en la Guerra Civil, la contienda norafricana y la segunda gran guerra, y que con la esperanza de que España también fuera liberada creó una unidad de seis soldados ajena a los mandos aliados -que la conocían y hacían la vista gorda- cuya finalidad era exclusivamente recuperar armamento y munición abandonado por el enemigo y ocultarlo para la batalla que, pensaba el canario, libraría la guerrilla antifranquista, apoyada por las Fuerzas Aliadas, con el fin de liberar a los españoles del fascismo tras la victoria contra Hitler.
Los datos apuntan que Miguel Campos, del que sólo existe una foto conocida, nació en Tenerife, concretamente en el Puerto de la Cruz, pero tampoco avala nadie esa información porque muchos republicanos cambiaron de nombre al acabar -y perder- la Guerra Civil para que sus familias no fueran represaliadas. El historiador Alberto Anaya, no obstante, recordaba la semana pasada que “en una ocasión, durante una conferencia” se le acercó “un señor ya muy mayor, creo que del Partido Socialista”, que había conocido al combatiente canario y contaba que era del Puerto de la Cruz. Y si el origen de Campos es confuso, la muerte del soldado abre todavía más dudas. A mediados de diciembre de 1944, después de liberar París y poner rumbo a Amberes, La Nueve participa en la batalla de las Ardenas y durante una operación en solitario Miguel Campos desapareció. “Nunca se tuvo noticia de él”, escribieron los supervivientes. Su cadáver no se halló jamás. Sin amigo, sin venganza ni esperanza pero con rabia y envuelto por el durísimo invierno europeo, se pierde la pista de otro canario ejemplar. ¿Quedará alguien capaz de rescatar la memoria de este héroe ?