Arainfo
Una representación de la Plataforma de Asociaciones Memorialistas de Aragón se ha concentrado ante el Ayuntamiento de Zaragoza exigiendo “la inmediata restauración del Memorial y que se adopten medidas para su protección ante los continuos ataques”.
Foto: Juan Manzanara
Tras un nuevo ataque fascista contra el memorial a las Trece Rosas de Zaragoza, uno de los memoriales antifascistas más atacados de la ciudad, ubicado en la Glorieta que lleva ese nombre en el Parque José Antonio Labordeta de Zaragoza, la Plataforma de Asociaciones Memorialistas de Aragón -PAMA- reclama al Ayuntamiento de Zaragoza “la inmediata restauración del Memorial a las Trece Rosas y que adopte medidas para su protección ante los continuos ataques que sufre”, así lo han exigido en una concentración a las 12.00 horas de este jueves, 23 de diciembre, en la puerta principal del Ayuntamiento de Zaragoza.
También han explicado la iniciativa y han dado a conocer el manifiesto ciudadano de repulsa del ataque y de exigencia al Gobierno de Aragón y al Ayuntamiento de la capital del país para que actúe.
Foto: Juan Manzanara
Vuelven a matar a las 13 rosas: Manifiesto ante el nuevo acto vandálico sufrido por las placas que las recuerdan en Zaragoza
Más allá de la repulsa, y de la indignación, este nuevo acto vandálico nos produce tristeza ya que demuestra la nula humanidad de quienes, con cobarde alevosía, los causan. Las 13 Rosas fueron asesinadas como venganza cruel de la muerte, en atentado, de un oficial de la Guardia Civil y para hacer una demostración de la brutalidad del régimen franquista que había vencido en la guerra.
Las 13 Rosas, y los 43 claveles que, el mismo día, fueron asesinados, habían sido declaradas y declarados “responsables de un delito de adhesión a la rebelión”. Era una burla cruel que quienes se habían sublevado contra el legítimo Gobierno de la República acusaran de rebeldes a quienes plantaban cara a los fascistas sublevados.
Uno de estos días, han vuelto a manchar el recuerdo y memoria de 13 mujeres jóvenes que, hace 82 años, asesinó el franquismo en Madrid. Era agosto de 1939, recién acabada la guerra salvaje que provocó el golpe de estado fascista contra la II República. A pesar del “no pasarán” pasaron, entraron en Madrid, y lo hicieron a sangre y fuego. Impusieron el régimen fascista, legitimaron la sublevación y utilizaron el código de justicia militar contra la población civil. En un ejercicio de cinismo inaudito los sublevados acusaron de rebeldes y sediciosos a quienes no mostraban adhesión al nuevo régimen.
Así, como a miles de hombres y mujeres, detuvieron, torturaron, juzgaron y asesinaron a Martina, Julia, Virtudes, Dionisia, Carmen, Ana, Blanca, Adelina, Victoria, Elena, Joaquina, Pilar y Luisa, a las 13 Rosas. Las 13 Rosas, como tantas otras rosas rojas, fueron fusiladas, ejecutadas, en las tapias del cementerio madrileño de la Almudena.
Denunciamos este acto. Es consecuencia de como, poco a poco, se va “normalizando” y blanqueando a estos ultras. “Que nuestro nombre no se borre de la memoria”, son las palabras que Julia Conesa, 19 años, nos dejó cuando fue asesinada junto a sus 12 compañeras un 5 de Agosto. No se ha borrado, ni se borrará nunca. Ni el de Julia, ni el de sus compañeras. No hemos dejado que sus nombres y los de todas aquellas otras personas que fueron asesinadas por el franquismo se olviden.
No podrán borrarlas de la Historia quienes arrancan y vandalizan unas placas que las recuerdan. No queremos que su nombre, ni el de tantas y tantas otras personas asesinadas, se borren. Es deleznable que franquistas declarados los utilicen para llenarlos de porquería, de basura y de odio. Es terrible que las inexistentes políticas de memoria de los sucesivos gobiernos democráticos, hayan propiciado hechos como este y que, los blanqueadores de los crímenes contra la humanidad, sigan exhibiendo impunemente su desprecio a las vidas sus semejantes y a su recuerdo.
Tan despreciable es quién rompe el monumento como el que intenta ensuciar un recuerdo tan precioso. Esas vidas destruidas de forma inútil, despreciando el valor de la juventud y la inocencia. Las mataron porque podían. Las mataron para aterrorizar al resto de la población. Las mataron porque se sentían impunes. No necesitaban del derecho, ni de los más mínimos conceptos humanitarios. Quienes así procedieron, hoy son reivindicados mediante la calumnia y la mentira, por cargos electos en nuestro país y, lamentablemente, son los mentores espirituales y los soportes físicos de muchos jóvenes, que no conocen la historia reciente en su país, y que los siguen y les votan.
Junto al recuerdo va nuestro sincero homenaje. Lo hacemos frente al revisionismo que pretende reescribir la historia, lo hacemos frente al fascismo que resurge, lo hacemos frente a esa equidistancia que trata por igual a víctimas y a asesinos. Hoy seguimos vuestra lucha por la libertad y la democracia. Hoy, y siempre, seguimos reclamando Memoria, Verdad, Justicia y Reparación.
Exigimos que los actuales cargos políticos, que regentan el ayuntamiento de esta ciudad, aunque solo sea por su obligación de mantener los monumentos que están a su cargo, procedan al arreglo inmediato de este y que, de paso, tomen alguna medida adecuada para su necesaria protección.