Conferencia pronunciada por Salvador Seguí en la cárcel.
Se adjunta texto completo
Conferencia “Anarquismo y Sindicalismo” pronunciada en la cárcel, Castillo de la Mola, en Mahón (Menorca, Baleares) el 31-XII-1920]. Versión castellana sacada de Salvador seguí, Su vida, su obra, París, ediciones Solidaridad Obrera, 1960, pp. 77-87. El mismo texto está reproducido por Antonio Elorza en Artículos madrileños de Salvador Seguí, Madrid, 1978, pp. 178-191. El original catalán se da a continuación.
¿Por qué me interesa el texto? Por estas tres perogrulladas
El apartamiento de los anarquistas de las agrupaciones profesionales, es un suicidio… No somos leninistas porque no creemos que el Estado sea, por más revolucionario y socialista que se titule… Os decía que es preciso tener constancia en el propósito, porque si en esos ligeros accidentes de la lucha desmayáramos, sería imposible la realización de nuestros ideales. […] Y no desesperemos, pues el calvario a recorrer ha de ser largo.
Frank, 07.07.12.
Es creencia general que Sindicalismo no significa nada. Los equívocos que alrededor de aquella negación se han formado son tantos, y de tal magnitud algunos, que conviene, es preciso, de una vez para siempre, deshacerlos, destruirlos.
Que el Sindicalismo no es nada, no sería nada, sin la espiritualidad irradiada del Anarquismo, como algunos afirman, condicionalmente es verdad. Nada más que condicionalmente.
Qué es el anarquismo
Anarquismo es una gradación del pensamiento humano. Diríamos mejor, que es la más alta gradación del pensamiento humano. Es una lógica consecuencia de las diversas fases que a través del tiempo han sufrido las ideas, tamizadas por el sentimiento.
Las ideas todas, sin los hombres que las crean, no son nada. Sin que los hombres las crearan no existirían. Por consiguiente, pues, las ideas han sido determinadas por éstos.
La Anarquía, repitámoslo, no es anterior al hombre, porque si así fuera, los anarquistas dejarían de ser, espiritual y moralmente, lo que fueron y lo que son, para rendir, fanáticamente, culto a lo sobrenatural.
En tal caso no se diferenciarían los principios anárquicos de los principios deístas.
Y, precisamente, por ser las ideas creadas por el hombre, por el hombre concebidas, tienen consistencia y valor humano. De lo contrario, ya lo dijimos, nada serían; nada valdrían. Serían, sí, un valor negativo. Serían una negación de la conciencia de los hombres.
Concretemos.
Toda idea que no pase o no haya pasado por los procesos de la evolución, no son sino elucubraciones mentales. El Anarquismo debió pasar por ese proceso evolutivo de que hablamos. Si así no fuera, no se concebiría la Anarquía como manifestación humana.
Tengamos en cuenta otra cosa. Que todas las ideas, las más modestas como las más audaces, han sufrido aquel proceso de evolución. Lo demuestra el que ni una sola de las concebidas ha sido llevada a la práctica, ha plasmado en realidades, en su concepción primitiva, en su integridad y en su pureza. Así las religiones; todas las concepciones filosóficas, económicas y políticas. Así nuestras ideas.
(…)
Extraido de:
Fondatíon Píerre Besnard