Esta indemnización no está destinada a los trabajadores forzados de los guetos, que ya han recibido diversas indemnizaciones desde 2000, sino a aquellas personas que fueron obligadas, por sumas en muchas ocasiones ínfimas, a vivir y trabajar en el gueto. Su situación, mal definida, no les permitía optar a una pensión, por lo que se trata uno de los pocos colectivos que aún no han recibido compensaciones por las actuaciones del gobierno de Hitler.
El Ministerio de Finanzas estima que hay unas 50.000 personas que pueden reclamar esta compensación. “El objetivo es conceder la indemnización a los aspirantes de más edad lo antes posible y con la menor burocracia posible”, ha señalado Wilhelm.
El pasado mes de junio, la fundación alemana encargada de indemnizar a los trabajadores forzados de la industria de guerra nazi puso fin a su trabajo tras pagar alrededor de 4.400 millones de euros a cerca de 1,7 millones de personas o herederos en más de cien países.
AGENCIAS