Xofer de profesión, militante de la CNT y alcalde de Llagostera durante cuatro meses, del noviembre del 36 al febrero del 37, Eugeni Gurnés i Bou retornó el octubre de 1940 de un corto exilio convencido que no tenía nada que temer por su actuación durante la Guerra Civil. El febrero de 1943 era condenado a muerto por « adhesión a la rebelión », en un proceso relleno de declaraciones contradictorias y sin ninguna prueba concluyente en su contra en lo que concierne a la muerte de cuatro sacerdotes que le era imputada. Seis décadas después, su hija Rosa Gurnés y su nieta Eugènia Riera iniciaron la ofensiva para anular la sentencia. Un recurso de revisión presentado a la sala de lo militar del Tribunal Supremo (TS) fue tombat el 2004, y el pasado juny el Tribunal Constitucional (TC) no admitió el recurso de ampara que hi elevaron.
El representante legal de la familia, el abogado gerundense Sebastià Salellas, argumentaba en los recursos, basándose en resoluciones parlamentarias aprobadas los años 1999 y 2002, que Gurnés no podía haber incurrido en un delito de rebelión cuando, precisamente, defendió el régimen legítimo contra la rebelión fascista. « El congreso De los Diputados ha dicho expresamente que el régimen legítimo era la República, y eso era un hecho nuevo que nos pareció que permitía presentar el recurso de revisión », sostiene Salellas. Sin embargo, cerrada la vía española, en la demanda presentada en Estrasburgo se argumenta que las resoluciones del Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional vulneran el derecho fundamental de obtener la tutela efectiva de los tribunales en el ejercicio de derechos e intereses legítimos, aspecto recogido en el artículo 24.1 de la Constitución y en el 6.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Salellas confía que la corte europea, que no puede revisar directamente el consejo de guerra, obligue el Estado español a hacerlo. El caso Gurnés puede ser decisivo : « Una resolución favorable abriría la puerta para todos los que buscan la revisión de las sentencias del franquismo », remarca el abogado gerundense, que ha presentado 64 recursos más al Supremo correspondientes a otras ejecutados. De momento, sólo los Gurnés han iniciado el camino de Estrasburgo.
CARLES RIBERA. Llagostera