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130 libros sobre el Anarquismo para descargar
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Hoy en Laberintos del Tiempo, les traigo una colección de 130 libros sobre el Anarquismo. El anarquismo es una filosofía política y social que llama a la oposición y abolición del Estado entendido como gobierno y, por extensión, de toda autoridad, jerarquía o control social que se imponga al individuo, por considerarlas indeseables, innecesarias y nocivas. Sébastien Faure, filósofo anarquista francés, dijo: «Cualquiera que niegue la autoridad y luche contra ella es un anarquista». Bajo una formulación tan simple, pocas doctrinas o movimientos han manifestado una variedad tan grande de aproximaciones y acciones, que no siempre fueron bien entendidos por la opinión pública. Históricamente hablando, el anarquismo se centra en general en los individuos y en la crítica de su relación con la sociedad, su objetivo es el cambio social hacia una futura sociedad, en palabras de Pierre-Joseph Proudhon, «sin amo ni soberano».
No existe acuerdo académico en cuanto a una taxonomía de las corrientes anarquistas; algunos hacen una distinción entre dos líneas básicas de pensamiento, individualistas y socialistas; también es común señalar las cuatro corrientes más importantes, el anarquismo individualista, mutualismo, anarquismo comunista y anarcosindicalismo, y según algunas fuentes, también el colectivismo.
Habiendo surgido diversos movimientos precursores desde la antigüedad, el punto de partida del debate doctrinal sobre un pensamiento anarquista moderno se remonta a finales del siglo XVIII, en la obra de William Godwin, aunque el anarquismo se desarrolla en el siglo XIX a través de distintas corrientes, dándose algunas de las experiencias libertarias más significativas a lo largo del siglo XX. Tras el declive del anarquismo como movimiento social en la década de 1940, las ideas anarquistas han sido recuperadas y reelaboradas por estudiosos y pensadores, y han estado continuamente insertadas en multitud de doctrinas y movimientos contemporáneos, especialmente tras su emergencia en el contexto de ciertos movimientos estudiantiles y antiautoritarios de la década de 1960.
Si bien el desarrollo formal del anarquismo como movimiento e ideología política, social, económica y filosófica data del siglo XIX, la base de las ideas anarquistas está presente en mayor o menor medida en todos los periodos de la Historia.
Los pensamientos, reflexiones e ideas anarquistas más antiguas de que se tiene constancia proceden del filósofo chino Lao Tsé, opuesto al Estado y a la autoridad religiosa o de cualquier otro tipo. En la Antigua Grecia podemos encontrar a Zenón de Citio, que opuso una concepción de comunidad libre de gobierno a la utopía estatista de Platón.A la Antigua Grecia pertenece también el primer uso conocido de la palabra «anarquía», en la obra Los siete contra Tebas (467 a. C.) de Esquilo,si bien es cierto que el término se utilizaba entonces con un sentido negativo, no como referente a una doctrina contraria a la autoridad.
En el marco del reformismo religioso y social del siglo XVI en Europa, la primera presentación literaria de una ideal sociedad igualitaria es la Utopía de Tomás Moro (1516); los anabaptistas son a veces considerados como precursores religiosos del anarquismo moderno, destacando especialmente el teólogo y activista político Thomas Müntzer, líder revolucionario durante la Guerra de los campesinos alemanes que sacudió el Sacro Imperio Romano Germánico. En 1532 fue escrita la obra Gargantúa y Pantagruel, de François Rabelais, en la que se describía la Abadía de Thélema como un lugar donde sus habitantes vivían sin necesidad de gobierno, leyes o religión. También en esa misma época puede considerarse como un precursor del anarquismo a Étienne de La Boétie, así como al reformador protestante Gerrard Winstanley, fundador de los Igualitarios Auténticos, quien publicó un panfleto llamando por la propiedad comunal y social y una organización económica forjada a partir de pequeñas comunidades agrícolas en el siglo XVII. Tanto el socialismo utópico así como el liberalismo radical presentan asimismo grandes semejanzas con el anarquismo moderno.
Los anarquistas promueven una forma de organización social que prescinda del Estado. No creen en el dominio del hombre sobre el hombre. Para esto impulsan instituciones que se formen por el libre acuerdo de los ciudadanos, sin que exista la utilización de la fuerza.
El símbolo de la anarquía es una letra A rodeada por un círculo. Este círculo representa la unidad y el equilibrio del orden natural, sin la necesidad de un orden vertical. Otro símbolo del anarquismo es la bandera negra, ya que el color uniforme demuestra unidad y el negro refleja la pureza del ideal porque no puede ensuciarse ni mancharse.
Entre los fundamentales intelectuales del movimiento cabe mencionar a Mijaíl Bakunin (1814-1876), uno de los máximos difusores del anarquismo en Europa. En su juventud, Bakunin trabó amistad con el poeta Nikolái Stankévich con quien comenzó a estudiar a autores filosóficos importantes como Kant, Schelling, Fichte y Hegel. Posteriormente se interesó por la política y comenzó a militar en el Partido Socialista; no obstante, sus ideas eran más ambiciosas que las que buscaban los revolucionarios del momento y más tarde debió abandonar esta militancia para formar su propio grupo político, en el que plasmaría todas sus ideas.
Dicho movimiento surgió con el nombre de Alianza Internacional de la Democracia Socialista, y dejaría en evidencia sus claras diferencias con el socialismo. Más tarde estas nuevas ideas políticos se consolidarían con la instauración del anarquismo.
Bakunin estaba convencido de que un mundo mejor era posible y para ello sólo era necesario erradicar la existencia de un gobierno autoritario. Deseaba una organización social de tipo horizontal, sin jerarquías de ninguna índole que pudieran corromper la libertad de los más desfavorecidos.
Su principal objetivo, por el que estuvo trabajando durante casi toda su juventud, fue suprimir la existencia de los Estados Nacionales y crear federaciones, constituidas por libres asociaciones agrícolas e industriales. Estaba convencido de que cualquier estructura sistemática, incluso las que contaran con un líder escogido por la mayoría del pueblo era mala y estaba condenada al fracaso.
Entre las principales propuestas de Bakunin la más resaltable fue la búsqueda de una sociedad democrática que no se rigiera por las leyes de la economía sino que apostara por la igualdad y la unión social.
La principal máxima de este intelectual fue: “Es proponiéndonos lo imposible como podremos lograr lo posible“.


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